RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La economía naranja, o economía creativa, se ha consolidado como una de las principales fuentes de crecimiento económico, desarrollo social y promoción cultural tanto a nivel global como en República Dominicana.
Este modelo, basado en la creación, producción y distribución de bienes y servicios culturales y creativos, se ha convertido en un motor clave para transformar la sociedad, preservando y difundiendo la identidad cultural local.
Según datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) y el Ministerio de Cultura, el consumo cultural anual en el país alcanzó los RD$107,628.5 millones en 2024, representando el 1.6% del Producto Interno Bruto (PIB).
Este monto incluye el gasto tanto de los hogares como de las empresas y el sector público, con un crecimiento significativo del 54.3% en comparación con 2014.
Este aumento refleja una mayor demanda de bienes y servicios culturales, lo que refuerza el potencial de este sector para la economía nacional.
El impacto de la economía creativa a nivel nacional
El informe de la Encuesta Nacional de Consumo Cultural (ENCC) 2024 detalla cómo los hogares dominicanos destinan un promedio mensual de RD$1,486.7 en bienes y servicios culturales, con una gran parte de este gasto destinado a servicios fijos como internet y televisión por cable (62.7%).
Sin embargo, el consumo en actividades culturales directas como la asistencia a conciertos, películas y la compra de libros sigue siendo relevante, sumando un promedio de RD$142.2 por hogar.
En términos de empleo, la economía naranja ya representa el 1.5% del PIB de República Dominicana, equivalente a RD$52,309 millones.
Este sector engloba industrias clave como la música, el cine, el diseño, la moda, los videojuegos y las artes escénicas, sectores que cuentan con un alto potencial de crecimiento.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que esta economía a nivel mundial genera más de US$2.25 billones anuales y emplea a 30 millones de personas, demostrando su impacto global.
Desafíos y oportunidades para el sector creativo local
A pesar de su crecimiento, la economía creativa enfrenta varios retos, entre ellos la informalidad y la falta de acceso a financiamiento.
Huáscar Jiménez, economista y director ejecutivo del Centro de Estudios Turísticos y Desarrollo Local (Cetdel), destaca que la informalidad limita las oportunidades de los emprendedores del sector para acceder a créditos y subvenciones. Para contrarrestar esto, propone que el Gobierno fortalezca los programas de formación y cree un entorno favorable para el emprendimiento.
Por su parte, Richard Medina, economista y experto en economía creativa, resalta que sectores como la cinematografía han logrado avances gracias a leyes como la Ley de Cine No. 108-10, pero industrias como la artesanía y la gastronomía aún requieren políticas públicas específicas. Medina propone un plan de becas para talentos creativos y la creación de productos financieros especializados que puedan atender las necesidades particulares del sector.
El papel de las instituciones financieras y el Gobierno
A lo largo de los últimos años, las instituciones financieras del país han comenzado a realizar esfuerzos para apoyar a los emprendedores de la economía naranja, ofreciendo programas de formación y créditos con montos iniciales para proyectos culturales.
Recientemente, se firmó un acuerdo entre el Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Promipyme) y el Ministerio de Cultura, que destina RD$500 millones en préstamos a tasas preferenciales para emprendedores de la industria cultural, un paso clave para fortalecer el sector.
Proyección a futuro: un sector en expansión
La economía naranja tiene un gran potencial para continuar creciendo a un ritmo superior al de la economía nacional, con sectores como la cinematografía, el carnaval, la artesanía, la gastronomía y la publicidad consolidándose como fuentes claves de empleo y generación de riqueza.
Además, las zonas costeras como Samaná y La Romana, así como regiones con fuertes tradiciones culturales, ofrecen oportunidades únicas para el desarrollo de este sector en el futuro.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) resalta que las industrias creativas son fundamentales para el crecimiento económico y la proyección internacional de un país, contribuyendo al “poder blando” o influencia global de la nación.
En este sentido, la economía naranja no solo representa un medio de diversificación económica, sino también una herramienta estratégica para fortalecer la identidad cultural dominicana a nivel global.
En conclusión, la economía naranja continúa demostrando su capacidad para impulsar la economía dominicana, ofrecer nuevas oportunidades laborales y proyectar la cultura local a nivel mundial. Con el apoyo adecuado en términos de políticas públicas, financiamiento e infraestructura, este sector puede consolidarse como una de las principales fuentes de desarrollo sostenible para el país.
Fuente: El Dinero