RDÉ DIGITAL, MADRID.– El acelerado crecimiento en la generación y procesamiento de datos digitales plantea un desafío sin precedentes: desarrollar sistemas de almacenamiento más eficaces y duraderos que superen las limitaciones actuales. Con la expansión de la inteligencia artificial (IA) y el uso masivo de información, los expertos advierten que la humanidad se encamina hacia la era de los yottabytes (YB), una medida que equivale a mil millones de petabytes (PB).
Actualmente, los centros de datos manejan volúmenes en petabytes, equivalentes a unos mil millones de libros o 500,000 millones de páginas de texto. Sin embargo, este crecimiento exponencial exige innovaciones que permitan almacenar y recuperar información con rapidez y sostenibilidad.
Cristales cerámicos, la nueva apuesta
Christian Pflaum, CEO de Cerabyte, empresa respaldada por la tecnológica Pure Storage, lidera el desarrollo de un sistema de almacenamiento basado en cristales cerámicos. Este nuevo soporte promete conservar datos por largos períodos sin consumir energía, lo que reduciría la huella ambiental y los costos operativos de los centros de datos.
La tecnología se basa en la grabación de datos mediante pulsos de láser ultracortos en láminas de vidrio recubiertas de cerámica. Cada pulso perfora agujeros nanométricos invisibles al ojo humano, que registran la información de manera inalterable. Según Pure Storage, este sistema ofrece una ventaja clave para el archivado a largo plazo, pues evita la degradación que afecta a los actuales discos duros (HDD) y unidades de estado sólido (SSD).
Almacenamiento masivo y sostenibilidad
Las pruebas realizadas indican que los datos almacenados en cristal cerámico pueden resistir temperaturas extremas de -273 °C a 500 °C, además de ser inmunes a radiaciones electromagnéticas, UV y gamma, lo que permitiría preservar información durante milenios.
En la actualidad, el prototipo de Cerabyte ofrece una capacidad de almacenamiento de 1 PB por estructura rack y velocidades de lectura y escritura de 100 MB/s. Se prevé que para 2025 se alcancen densidades de hasta 10 PB por rack, con velocidades de transferencia de hasta 1 GB/s y acceso robotizado a los datos en solo 30 segundos.
Ante la inminente llegada de la era de los yottabytes, el desarrollo de nuevas tecnologías de almacenamiento se convierte en una prioridad estratégica. Soluciones como la cerámica digital podrían marcar el futuro de la gestión de datos a nivel global, garantizando un almacenamiento sostenible, seguro y prácticamente eterno.