RDÉ DIGITAL, BRASIL (EFE).- El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, será juzgado por el Tribunal Supremo de Brasil por su presunta implicación en una conspiración para anular los resultados de las elecciones de 2022, decisión tomada este miércoles por los jueces del alto tribunal. Bolsonaro figura entre las 34 personas acusadas de varios delitos, incluidos intento de golpe de Estado.
La acusación señala que la conspiración golpista involucró planes para asesinar al presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, a su vicepresidente y a un ministro del Tribunal Supremo. Bolsonaro, por su parte, ha negado categóricamente cualquier participación en actividades ilegales.
El tribunal, en una votación por mayoría simple, aceptó los cargos contra ocho de los acusados, incluido Bolsonaro y otros líderes políticos y militares cercanos a su entorno. La decisión será definitiva una vez que todos los jueces emitan sus votos. En cuanto al destino de las otras 26 personas acusadas, el tribunal lo decidirá en una fecha posterior.
Mientras se emitían los votos decisivos este miércoles, Bolsonaro recurrió a la red social X para expresar su desacuerdo con el curso del juicio, acusando a los jueces de actuar de manera parcial y sesgada.
“Todo el mundo dice que el proceso concluirá a finales de 2025, a pesar de que no hay precedentes de tal velocidad en un caso de esta magnitud. ¿Por qué? Porque todo el mundo sabe que lo que está ocurriendo es, de hecho, una especie de ataque jurídico a la democracia”, escribió el expresidente, refiriéndose al juez Alexandre de Moraes, quien fue el primero en votar a favor de aceptar los cargos.
Moraes, en su intervención, presentó pruebas en video que, según él, respaldaban las acusaciones de los delitos, calificándolas como graves y materiales.
El fiscal general, Paulo Gonet, también argumentó ante el tribunal que existían pruebas suficientes para llevar el caso a juicio, acusando a los imputados de formar una organización criminal destinada a mantener el poder independientemente del resultado electoral.
El fiscal Gonet afirmó que el intento de golpe de Estado se remonta a 2021, durante el mandato de Bolsonaro, y culminó con los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando los simpatizantes de Bolsonaro irrumpieron y vandalizaron las tres sedes del gobierno en Brasilia en rechazo a los resultados de las elecciones de 2022.
Según Gonet, los acusados alentaron y ejecutaron actos que atentan contra la existencia e independencia de los poderes del Estado y contra el Estado democrático de derecho.
Por su parte, Bolsonaro ha mantenido su postura de inocencia. En su declaración tras la sesión judicial del martes, afirmó estar bien y esperar justicia. En cuanto a las acusaciones, su abogado, Celso Vilardi, argumentó que no existen pruebas concretas que vinculen a Bolsonaro con los disturbios de Brasilia.
En sus intervenciones públicas, Bolsonaro ha comparado el proceso judicial con un partido de fútbol amañado, asegurando que el árbitro pita en contra incluso antes de que comience el partido, sugiriendo que el juicio está viciado desde su inicio.