RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.- China anunció este viernes un nuevo aumento de aranceles sobre los productos estadounidenses, elevándolos del 84 % al 125 %, como represalia a las recientes medidas adoptadas por el gobierno de Estados Unidos. Esta decisión intensifica aún más la guerra comercial entre ambas potencias, que ha venido escalando desde principios de abril.
El Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino acusó a Washington de violar “gravemente las normas del comercio internacional” y de ejercer “una política unilateral de acoso y coerción”. En un comunicado oficial, China afirmó que su paciencia tiene límites y que responderá “con firmeza” si EE. UU. continúa “infligiendo daños sustanciales a los intereses chinos”.
A pesar del tono firme, el gobierno chino señaló que los productos estadounidenses “ya no tienen un mercado real” en el país asiático, por lo que cualquier aumento adicional de aranceles sería “irrelevante” y “acabará convertido en una burla en la historia de la economía mundial”.
La medida china ocurre apenas dos días después de que Pekín elevara los aranceles del 34 % al 84 %, en respuesta al gravamen del 50 % impuesto por la administración de Donald Trump. Tras la reacción china, la Casa Blanca confirmó que el arancel total acumulado a productos importados desde China asciende ahora al 145 %.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Lin Jian, declaró que su país no desea una guerra comercial, pero está preparado para afrontarla. Añadió que cualquier intento de diálogo futuro deberá basarse en “igualdad y respeto mutuo”, condiciones que, según Pekín, Washington no ha cumplido.
China también denunció que Estados Unidos ha ignorado el orden económico global establecido después de la Segunda Guerra Mundial y ha actuado con unilateralismo frente al sistema multilateral de comercio.
Desde Washington, el presidente Donald Trump defendió las medidas arancelarias como un instrumento de presión efectivo. A través de su red social Truth Social, Trump acusó a China de “estafar a Estados Unidos y a otros países durante años” y señaló que “eso ya no es sostenible ni aceptable”.
El mandatario también relacionó el endurecimiento de los aranceles con la fallida negociación para permitir el funcionamiento de TikTok en territorio estadounidense. Según Trump, “si hubiera reducido ligeramente los aranceles, habrían aprobado el acuerdo en 15 minutos”.
En una jugada que busca distender parcialmente las tensiones con otras economías, Trump autorizó una pausa de 90 días en los aranceles más altos para más de 60 países, manteniendo, sin embargo, un arancel universal del 10 % a excepción de México, Canadá y China. Esta medida provocó una reacción positiva inmediata en los mercados, con subidas históricas en Wall Street y en las bolsas asiáticas.
Los analistas consideran que la venta masiva de bonos estadounidenses y el aumento del costo del endeudamiento del gobierno presionaron a Trump a replantear su estrategia arancelaria. Paul Ashworth, economista jefe de Capital Economics, señaló que aunque es poco probable una reducción inmediata de todos los aranceles, se espera que ambas potencias retomen las conversaciones.
Mientras tanto, el conflicto comercial sigue afectando el comercio global, las cadenas de suministro y la estabilidad de los mercados financieros. China ha reiterado su disposición a negociar, pero subraya que no aceptará condiciones desiguales. Por su parte, Trump insiste en lograr “acuerdos justos” sin ceder en su estrategia de presión.