RDÈ DIGITAL, GINEBRA.- La noche de este martes, los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alcanzaron un acuerdo histórico tras más de tres años de negociaciones. El pacto busca prevenir y enfrentar futuras pandemias mediante un enfoque más coordinado, equitativo y eficaz. La decisión llegó a las 04:00 (02:00 GMT) en Ginebra, donde el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, celebró el avance.
“Esta noche marca una etapa importante en nuestro viaje hacia un mundo más seguro”, expresó Tedros ante los delegados. El proyecto pasará a discusión en la próxima Asamblea Mundial de la Salud, prevista para mayo.
Lecciones del COVID-19
El acuerdo traza un nuevo camino para la cooperación sanitaria
Cinco años después del inicio del covid-19, los líderes sanitarios reconocen que el mundo enfrentó la pandemia sin una preparación adecuada. El nuevo marco global busca corregir esos errores. El texto propone mecanismos para facilitar el acceso equitativo a vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos mediante una red mundial de suministro y logística.
Los negociadores también acordaron establecer un “sistema de acceso y participación en los beneficios de los patógenos”. Este sistema permitirá a los laboratorios acceder de forma rápida a información crítica para desarrollar herramientas médicas ante brotes emergentes.
Uno de los puntos más disputados fue la transferencia tecnológica. Durante la pandemia, muchos países de bajos ingresos denunciaron la exclusión de vacunas y pruebas por parte de naciones ricas. Tras arduas discusiones, los representantes consensuaron que las transferencias se realizarán de mutuo acuerdo, en lugar de ser obligatorias.
El multilateralismo resiste
La OMS defiende un acuerdo equitativo y realista
Tedros aseguró que este pacto demuestra la vigencia del multilateralismo. “En un mundo dividido, las naciones todavía pueden trabajar juntas para encontrar respuestas comunes ante amenazas globales”, afirmó. El director general calificó el texto como “bueno y equilibrado”, al tiempo que instó a los gobiernos a no subestimar el costo de la inacción. “El virus es el peor enemigo. Puede ser peor que una guerra”, advirtió.
Las negociaciones se desarrollaron en un clima internacional complejo, afectado por los recortes a la cooperación sanitaria impuestos por el expresidente Donald Trump, quien retiró temporalmente a EE. UU. de la OMS y amenazó con sancionar al sector farmacéutico.
La representante de Francia y copresidenta del proceso, Anne-Claire Amprou, confirmó la adopción del acuerdo. “Es un pacto histórico para la seguridad sanitaria, la igualdad y la solidaridad internacional”, declaró, visiblemente emocionada, al anunciar el resultado ante el plenario.
La industria farmacéutica, por su parte, pidió garantizar la propiedad intelectual y condiciones legales estables que permitan continuar la innovación. “Esperamos que los Estados conserven un entorno favorable para la inversión en la lucha contra futuras pandemias”, señaló David Reddy, director de la Federación Internacional de la Industria del Medicamento.