Por Jeimy Moquete
RDÉ DIGITAL, GINEBRA.- Después de más de tres años de intensas negociaciones, los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobaron este miércoles un acuerdo sin precedentes que busca mejorar la preparación y respuesta ante futuras pandemias.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció el logro durante una sesión celebrada a las cuatro de la madrugada en Ginebra (02H00 GMT), destacando que “esta noche marca una etapa importante en nuestro viaje juntos hacia un mundo más seguro”. Añadió que “las naciones del mundo han hecho historia hoy”.
Según explicó la agencia de salud de la ONU, este acuerdo representa “un gran paso adelante” en los esfuerzos por lograr un sistema internacional más sólido frente a crisis sanitarias. El documento consensuado, de 32 páginas, será debatido en la próxima Asamblea Mundial de la Salud, prevista para mayo.
A cinco años del inicio de la pandemia de covid-19 —que provocó millones de muertes y un colapso económico global—, la OMS y diversos expertos advierten que el mundo aún no está completamente preparado para enfrentar otra emergencia de ese tipo. La urgencia del pacto también ha aumentado recientemente ante el resurgimiento de amenazas sanitarias como la gripe aviar, el sarampión y el ébola.
Para Tedros, el acuerdo también es prueba de que “el multilateralismo está vivo y bien”, señalando que, pese a las divisiones globales, las naciones lograron encontrar “una respuesta compartida a las amenazas comunes”.
Las negociaciones se desarrollaron en un contexto marcado por la crisis del orden internacional y el debilitamiento del sistema de salud global, agravado por los recortes a la ayuda humanitaria dispuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump. Durante su mandato, Trump retiró a Estados Unidos de la OMS y amenazó con imponer aranceles a productos farmacéuticos.
Uno de los puntos más delicados del proceso fue la discusión sobre la transferencia de tecnología médica hacia los países en desarrollo. Durante la pandemia del covid-19, estos países denunciaron haber quedado al margen del acceso a vacunas y pruebas diagnósticas, acaparadas por las naciones más ricas. Aunque algunos Estados con fuerte industria farmacéutica se oponían a una transferencia obligatoria, finalmente se acordó que esta se realice “de mutuo acuerdo”.
Otro eje central del documento es la creación de un sistema de acceso y participación en los beneficios de los patógenos, lo que permitirá a las farmacéuticas disponer de datos clave para desarrollar productos rápidamente. Asimismo, se contempla el fortalecimiento de la cadena mundial de suministro y logística para facilitar el acceso a insumos sanitarios esenciales.
Anne-Claire Amprou, representante de Francia y copresidenta de las negociaciones, fue la encargada de anunciar el consenso, visiblemente emocionada: “Fue adoptado”, dijo entre aplausos. “Es un acuerdo histórico para la seguridad sanitaria, la igualdad y la solidaridad internacional”.
Por su parte, la Federación Internacional de la Industria del Medicamento insistió en que la propiedad intelectual y la seguridad jurídica son condiciones necesarias para garantizar la inversión del sector privado. “Esperamos que en futuras negociaciones se mantengan condiciones que permitan seguir innovando contra agentes patógenos”, afirmó su director general, David Reddy.
Al final de la jornada del martes, Tedros se unió a las negociaciones y defendió el texto como “bueno, equilibrado y generador de mayor igualdad”. Aunque reconoció que las medidas de coordinación pueden resultar costosas, advirtió que “el costo de la inacción es mucho mayor”.
“El virus es el peor enemigo, puede ser peor que una guerra”, concluyó el jefe de la OMS.