RDÉ DIGITAL, EE.UU- El Departamento de Transporte de Estados Unidos anunció la cancelación de la subvención de 63,9 millones de dólares (56 millones de euros) destinada al proyecto del tren de alta velocidad entre Houston y Dallas/Fort Worth, en el que participa la operadora española Renfe.
La decisión, comunicada por el secretario de Transporte, Sean P. Duffy, responde a la evaluación conjunta de la Administración Federal de Ferrocarriles (FRA) y la empresa estatal Amtrak, que consideran el proyecto “poco realista” y un uso “arriesgado” de fondos públicos.
Renfe proyectaba ingresos por 6.000 millones de dólares
La retirada de la financiación supone un golpe para Renfe, que firmó en 2021 un contrato con el consorcio Texas Central para convertirse en operador del servicio. La compañía preveía ingresar 6.000 millones de dólares (unos 5.200 millones de euros), en su mayoría por labores de mantenimiento entre 2026 y 2042, y el resto durante la fase de diseño y construcción.
El tren, anunciado en 2018 como el primero de alta velocidad en EE. UU., pretendía cubrir los 386 km que separan Houston de Dallas en menos de 90 minutos, sin utilizar fondos estatales ni federales. Sin embargo, el estancamiento del proyecto y la salida de su CEO, Carlos Aguilar, en 2022, han debilitado su viabilidad.
Se frena el respaldo estatal al proyecto
La subvención cancelada estaba destinada a actualizar estudios de impacto ambiental y de demanda, una fase técnica justificada tras la incorporación de Amtrak al proyecto en 2023. No obstante, el Departamento de Transporte considera que la misión principal de Amtrak debe centrarse en mejorar sus servicios actuales, en lugar de invertir en desarrollos externos.
“Si el sector privado cree que este tren es viable, que lo impulse sin apoyo del contribuyente”, afirmó Duffy. También subrayó que el Gobierno federal continuará buscando formas de optimizar recursos y reducir gastos.
Renfe: sin impacto directo en su operativa
Fuentes de Renfe señalaron que la decisión del Gobierno estadounidense no afecta directamente su actividad, ya que actualmente no estaban trabajando “activamente” para Texas Central, dado que el proyecto seguía pendiente del cierre financiero. La operadora sigue en contacto con los promotores para evaluar posibles vías de continuidad.
Tras la retirada del respaldo público, el desarrollo del tren de alta velocidad vuelve a depender exclusivamente de la iniciativa privada, según comunicó Texas Central a todas las empresas involucradas, incluidas Renfe Proyectos Internacionales y sus socios técnicos.