RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amplió este miércoles sus críticas contra la Universidad de Harvard, cuestionando su orientación ideológica y amenazando con retirarle beneficios fiscales y financiación federal, en el marco de un enfrentamiento entre su Gobierno y varias instituciones académicas del país.
Trump afirmó que la universidad “ya no debería recibir fondos federales”, luego de que su administración congelara una partida de 2.200 millones de dólares destinados a la institución. Además, reiteró su intención de revisar el estatus de exención de impuestos que Harvard ostenta como entidad educativa sin fines de lucro.
En una publicación en su red social Truth Social, el mandatario criticó duramente la composición del cuerpo docente, al que describió como “dominada por progresistas y activistas de izquierda”, y cuestionó la calidad educativa de la universidad, señalando que “ya no puede considerarse un lugar de excelencia académica”.
Trump también se refirió a la exrectora Claudine Gay, quien renunció en enero de 2024 tras enfrentar acusaciones de plagio y controversia por sus declaraciones en una audiencia del Congreso sobre antisemitismo.
Aunque Gay continúa como profesora en Harvard, el presidente calificó su permanencia en el claustro como “una falta de criterio institucional”.
La tensión aumentó tras la decisión de Harvard de rechazar la eliminación de sus programas de diversidad y el monitoreo ideológico de estudiantes extranjeros, medidas promovidas por el Ejecutivo como parte de su agenda educativa.
En respuesta, la Casa Blanca suspendió el desembolso de fondos federales asignados a la universidad.
El Gobierno también ha expresado su preocupación sobre el “uso ideológico” de recursos públicos en centros universitarios y ha anunciado una revisión general de las subvenciones a instituciones académicas, especialmente aquellas que, según el oficialismo, “no promueven valores alineados con los intereses nacionales”.
Esta postura ha generado reacciones diversas en el ámbito político y académico. Mientras sectores afines al Gobierno respaldan las medidas como parte de un esfuerzo por “reformar la educación superior”, críticos advierten sobre un posible retroceso en la libertad académica y la autonomía universitaria.
Harvard, por su parte, no ha emitido declaraciones públicas tras el anuncio del congelamiento de fondos, aunque fuentes cercanas aseguran que la institución está evaluando acciones legales y diplomáticas para responder a las decisiones del Ejecutivo.