Por Jeimy Moquete
RDÉ DIGITAL, WASHINGTON.– El presidente Donald Trump calificó este miércoles a la Universidad de Harvard como un “chiste” y aseguró que no merece recibir fondos federales, luego de que la prestigiosa institución académica se negara a aceptar supervisión política externa propuesta por el gobierno.
La administración a solicitado a Harvard y a otras universidades que implementen medidas como una auditoría de las opiniones de estudiantes y docentes. En caso de negativa, el gobierno federal cortará el acceso a subvenciones. La universidad se ha negado rotundamente a aceptar estas condiciones.
En represalia, el gobierno anunció la congelación de 2,200 millones de dólares en fondos federales destinados a Harvard y exigió una disculpa formal. A través de su plataforma Truth Social, Trump escribió que Harvard “ya ni siquiera puede considerarse un lugar decente de aprendizaje y no debería figurar en ninguna lista de mejores universidades del mundo”. Además, acusó a la universidad de reclutar “izquierdistas radicales, idiotas y cabezas de chorlito”.
El mandatario agregó que “Harvard es un chiste, enseña odio y estupidez, y no debería recibir fondos federales”.
El presidente también acusó a Harvard y a otras universidades de permitir el antisemitismo en sus campus. Según un comunicado del Departamento de Seguridad Interior, si la universidad no cumple con los requerimientos de información exigidos, se detendría su capacidad de inscribir estudiantes extranjeros. Actualmente, los estudiantes internacionales representan el 27.2% de la matrícula, según cifras publicadas en la página oficial de Harvard.
La universidad, que forma parte de la Ivy League y cuenta con alrededor de 30,000 estudiantes, ha mantenido durante años los primeros lugares en el ranking académico de Shanghái. Sin embargo, ha sido blanco frecuente de críticas por parte de sectores conservadores que la acusan de promover una agenda izquierdista.
Las tensiones se han intensificado luego de que el campus fuera escenario de protestas estudiantiles contra la guerra de Israel en Gaza, lo que provocó cuestionamientos por la presunta falta de protección a estudiantes judíos.
El martes, Trump exigió una disculpa a la institución y criticó su estatus de exención fiscal, sugiriendo que Harvard debería ser gravada “como una entidad política, si continúa defendiendo su ‘locura’ política e ideológica”. Sin embargo, el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Harrison Fields, afirmó que cualquier acción del fisco será independiente del Presidente y que las investigaciones fiscales comenzaron antes de sus declaraciones públicas.
Harvard, con un patrimonio superior a los 50,000 millones de dólares, goza actualmente de exenciones fiscales a nivel federal y estatal (Massachusetts).
En una carta dirigida a la comunidad universitaria, el rector Alan Garber afirmó que Harvard “no abandonará su independencia ni sus derechos garantizados por la Constitución”, en referencia a la Primera Enmienda sobre la libertad de expresión. También recordó que hace un año se tomaron medidas contra el antisemitismo en el campus.
“Ningún gobierno, sea cual sea el partido en el poder, debe dictar a las universidades privadas lo que deben enseñar, a quiénes pueden reclutar y contratar, ni sobre qué materias pueden llevar a cabo investigaciones”, expresó Garber.
La escuela de salud pública de Harvard informó que Sarah Fortune, una investigadora reconocida, fue instruida por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) a detener su investigación sobre la tuberculosis, debido a la congelación de fondos.
La postura de Harvard ha sido respaldada por cientos de profesores y figuras del Partido Demócrata, incluyendo al expresidente Barack Obama, quien calificó la respuesta como un “ejemplo” y expresó su deseo de que otras instituciones sigan el mismo camino.
En contraste, la Universidad de Columbia ha optado por implementar profundas reformas exigidas por el gobierno. No obstante, el martes aclaró que rechazará cualquier acuerdo que comprometa su independencia.