Por Jeimy Moquete
RDÉ DIGITAL, CIUDAD DEL VATICANO.- El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, se reunió brevemente con el papa Francisco el domingo de Pascua en el Vaticano, en medio de desacuerdos públicos previos sobre los planes migratorios del gobierno del presidente Donald Trump.
La reunión se realizó en la Domus Santa Marta, residencia papal, mientras en la Plaza de San Pedro se celebraba la misa de Pascua, la cual fue presidida por un cardenal, debido a que Francisco ha reducido su carga de trabajo para recuperarse de una grave neumonía. La caravana de Vance ingresó al Vaticano por una puerta lateral y permaneció allí durante 17 minutos, según reportes oficiales.
El Vaticano informó que el encuentro sirvió para “intercambiar saludos de Pascua”. La oficina de Vance confirmó la reunión, pero no ofreció detalles adicionales.
Vance y el papa han sostenido posturas opuestas sobre la migración. Francisco ha hecho del cuidado a los migrantes una prioridad de su pontificado, mientras que Vance respalda los planes del presidente Trump para realizar deportaciones masivas. En febrero, pocos días antes de ser hospitalizado, Francisco envió una carta a los obispos estadounidenses advirtiendo que esas políticas podían atentar contra la dignidad humana. El mensaje fue interpretado como una respuesta indirecta a declaraciones de Vance, quien había justificado las deportaciones citando la doctrina católica.
Durante una intervención en el Desayuno Nacional de Oración Católica en Washington, el 28 de febrero, Vance no abordó directamente la crítica papal, pero se describió como un “católico bebé” y reconoció que aún está aprendiendo sobre su fe, a la que se convirtió en 2019.
En vísperas del encuentro con Francisco, Vance sostuvo reuniones con altos funcionarios del Vaticano, incluyendo al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y al arzobispo Paul Gallagher, ministro de Exteriores. La oficina de Vance informó que conversaron sobre su fe compartida, la situación de los católicos en Estados Unidos, la persecución a comunidades cristianas y el compromiso de Trump con la paz mundial.
El Vaticano, por su parte, señaló que se trató de un “intercambio de opiniones” sobre temas como migración, refugiados y los conflictos actuales, incluyendo las guerras en Ucrania y Gaza. La Santa Sede ha mostrado cautela en su relación con la administración Trump, manteniendo su neutralidad diplomática mientras expresa preocupación por las restricciones migratorias y los recortes a la ayuda internacional.
