Por Jeimy Moquete
RDÉ DIGITAL, WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destituyó este jueves a Mike Waltz como asesor de seguridad nacional, debilitado tras el escándalo conocido como Signalgate, y nombró de forma interina a Marco Rubio, actual jefe de la diplomacia estadounidense.
Waltz fue blanco de críticas desde marzo, cuando incluyó por error al redactor jefe de la revista The Atlantic en un chat de Signal que discutía ataques contra los rebeldes hutíes en Yemen. En ese grupo participaban altos funcionarios como el secretario de Defensa, Pete Hegseth; el vicepresidente JD Vance; jefes de inteligencia; y el propio Rubio. Aunque Waltz asumió públicamente su responsabilidad, Trump lo defendió en su momento, calificando los pedidos de renuncia como una “caza de brujas”.
Pese a su salida, Waltz no se aleja del gobierno. A través de su red Truth Social, Trump anunció su intención de nominarlo como embajador ante las Naciones Unidas, cargo que requiere confirmación del Senado. “Ha trabajado duro por nuestra nación. Sé que lo hará igual en su nuevo rol”, escribió el mandatario. Waltz, por su parte, se dijo “profundamente honrado” en la red X.
El ajuste se produce apenas dos días después de los primeros 100 días del segundo mandato de Trump. Según el vicepresidente Vance, la salida de Waltz no está relacionada con el Signalgate, y describió la designación como “un ascenso”.
El presidente elogió abiertamente a Rubio, calificándolo como “increíble” y destacando su capacidad de resolución. Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y nacido en Miami, asumirá el cargo de forma interina mientras mantiene el liderazgo del Departamento de Estado.
Mientras tanto, la prensa estadounidense señala al magnate inmobiliario Steve Witkoff como posible reemplazo permanente de Waltz. También se espera la salida del adjunto de Waltz, Alex Wong, aunque esto no ha sido confirmado oficialmente.
En redes sociales, figuras tanto de derecha como de la oposición reaccionaron al cambio. La activista Laura Loomer celebró la noticia escribiendo “SCALP” en X, mientras que el líder demócrata Chuck Schumer pidió ahora la destitución de Hegseth, implicado también en el escándalo. El Pentágono investiga internamente al secretario de Defensa, aunque Vance aseguró que “tenemos fe total en Pete” y que “está a salvo”.
