RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.- Dos nuevos proyectos de ley presentados por legisladores republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos han reavivado el debate sobre el impacto de las políticas migratorias en la comunidad latina, al proponer impuestos a las remesas enviadas por inmigrantes, incluidos los que se encuentran en situación irregular.
Una de las iniciativas, denominada “Gran y Hermoso Proyecto de Ley”, contempla un impuesto especial del 5 % sobre las transferencias de dinero al extranjero realizadas por personas que no son ciudadanos estadounidenses.
La otra propuesta, la “Ley de Inversión en Seguridad Fronteriza”, plantea un gravamen aún más elevado —del 37 %— sobre remesas enviadas a los cinco países con mayor número de ingresos ilegales registrados en EE. UU.
Ambos proyectos están inspirados en las políticas migratorias del presidente Donald Trump y tienen como objetivo, según sus impulsores, reforzar la seguridad fronteriza y financiar beneficios fiscales nacionales.
Preocupación entre defensores de migrantes
Organizaciones y activistas defensores de derechos de los inmigrantes han reaccionado con preocupación.
Juan José Gutiérrez, director de la Coalición de Derechos Plenos para los Inmigrantes, advirtió que estas medidas no solo no resolverán el problema migratorio, sino que podrían agravarlo.
“Si las familias ya no reciben el dinero necesario para subsistir, muchas se verán obligadas a migrar en busca de recursos, repitiendo el mismo patrón que estas leyes intentan frenar”, afirmó Gutiérrez.
Por su parte, Teresa Tejada, directora de la Asociación de Salvadoreños de Los Ángeles (Asosal), calificó las propuestas como potencialmente “catastróficas” para las economías de países centroamericanos como Honduras, Guatemala y El Salvador, donde las remesas representan hasta el 30 % del Producto Interno Bruto.
Impacto económico y social
De acuerdo con datos oficiales, más del 95 % de las remesas familiares enviadas a Centroamérica proviene de Estados Unidos.
La introducción de un impuesto sobre estos envíos —incluso del 5 %— afectaría directamente a millones de hogares en condiciones de vulnerabilidad en la región.
Además, el gravamen afectaría no solo a indocumentados, sino también a residentes legales, titulares de visas de trabajo y beneficiarios de protecciones migratorias como el Estatus de Protección Temporal (TPS), lo que extiende su impacto a una amplia franja de la población migrante.
Incertidumbre en el Congreso
Aunque actualmente las iniciativas no cuentan con el respaldo necesario para ser aprobadas, los activistas temen que el impuesto a las remesas pueda ser incluido en una versión modificada de alguna legislación mayor, lo que facilitaría su aprobación con apoyo suficiente en ambas cámaras.
Mientras tanto, la comunidad inmigrante y sus defensores siguen de cerca el desarrollo de los debates legislativos, temiendo que una medida fiscal concebida como estrategia política interna termine desestabilizando aún más a comunidades vulnerables dentro y fuera de EE. UU.