RDÉ DIGITAL, BOLIVIA.– El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia informó este martes que el expresidente Evo Morales quedó inhabilitado para participar en las elecciones presidenciales del próximo 17 de agosto, tras no poder registrar su candidatura debido a la falta de reconocimiento legal del partido con el que intentó postularse.
Morales y el intento fallido de inscripción
Los seguidores de Morales trataron de inscribirlo como candidato a última hora a través del Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol), cuya personería jurídica fue cancelada a principios de mayo por no alcanzar el 3 % de los votos en las elecciones de 2020. El TSE explicó que, al no contar con reconocimiento legal, Pan-Bol no podía registrar candidatos.
Morales renunció en febrero al Movimiento Al Socialismo (MAS), partido gobernante, y optó por Pan-Bol para intentar su regreso a la presidencia.
Inhabilitación judicial y contexto político
El Tribunal Constitucional ratificó que Morales no puede postularse para un cuarto mandato porque ya ejerció la presidencia más de dos veces consecutivas. Además, el expresidente enfrenta una orden judicial de captura por un caso de trata de menores, que él niega.
Desde hace siete meses, Morales permanece en la región cocalera del Chapare, sin poder salir del área debido a la orden judicial.
Panorama electoral y principales candidatos
El TSE ha registrado hasta ahora a 10 partidos para las elecciones de agosto, aunque mantiene en suspenso la candidatura de Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y considerado heredero político de Morales, a la espera de una resolución judicial sobre el cumplimiento de requisitos partidarios.
El MAS postula al exministro de Gobierno Eduardo del Castillo, tras la decisión del presidente Luis Arce de no buscar la reelección. Entre los principales opositores figuran el empresario Samuel Doria Medina y el expresidente Jorge Quiroga.
Protestas y tensión social
La inhabilitación de Morales ha generado un anuncio de protestas y bloqueos de caminos por parte de sus seguidores, elevando la tensión política y social en Bolivia en la antesala de unos comicios cruciales para el país.