RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La participación de República Dominicana en la edición 39 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) confirma el crecimiento sostenido de su industria audiovisual, con presencia en áreas clave que van desde la competencia oficial hasta programas de formación y coproducción. Este año, el país se posiciona como un actor integral del ecosistema cinematográfico iberoamericano.
En la cartelera oficial del festival, dos películas dominicanas hacen su estreno internacional. Olivia & las nubes, dirigida por Tomás Pichardo Espaillat, ofrece una propuesta visual cargada de simbolismo sobre el amor y la memoria, mientras que Tiguere, de José María Cabral, plantea un crudo análisis de la masculinidad en los entornos urbanos del Caribe. Ambas cintas reflejan apuestas creativas distintas, reafirmando la diversidad temática del cine dominicano.
A nivel de industria, dos proyectos fueron seleccionados para el Encuentro de Coproducción, plataforma dedicada al desarrollo de propuestas con potencial internacional. Brujas de Isla, de Crisfel Jiménez Contreras, indaga en las acusaciones de brujería contra mujeres mayores en comunidades rurales del país, mientras que El amor en los tiempos de Bacanería, de Patricia Pepén, narra una historia de autodescubrimiento juvenil en los barrios de Santo Domingo.
También se destaca la participación dominicana en Guadalajara Talents, un espacio que impulsa a profesionales emergentes del cine. La actriz y directora Yelidá Díaz, el cineasta Ottmar Suero y la periodista cultural Lauren Fernández participan en distintas categorías del programa, sumando experiencia y visibilidad para las nuevas voces del cine nacional.
Además, el documental Matininó, coproducido por República Dominicana junto a Puerto Rico y Estados Unidos, fue seleccionado para DocuLab 17, laboratorio especializado en proyectos en desarrollo. Dirigido por Gabriela Díaz Arp, el filme explora el impacto generacional de la violencia doméstica desde una mirada íntima y sanadora.