RDÉ DIGITAL, MADRID.- La princesa de Asturias, Leonor de Borbón, regresa a España este lunes 9 de junio tras haber completado una importante etapa de su formación militar a bordo del buque escuela de la Armada Española, el emblemático Juan Sebastián Elcano.
La joven heredera al trono ha pasado cinco meses en alta mar, embarcada junto a la dotación regular del navío en un recorrido que la ha llevado por diferentes aguas internacionales, cumpliendo con un riguroso plan de instrucción diseñado como parte de su formación castrense dentro del ejército naval.
Su regreso marca el inicio de una nueva fase en su preparación como futura jefa suprema de las Fuerzas Armadas españolas. A partir de esta semana, Leonor continuará su instrucción a bordo de la fragata Blas de Lezo (F-103), una de las unidades de combate más avanzadas de la Armada. La Blas de Lezo forma parte de la clase F-100, especializada en guerra antiaérea, y está equipada con el moderno sistema de combate Aegis, lo que la convierte en una pieza estratégica dentro de las operaciones de defensa marítima tanto en el contexto nacional como internacional.
Durante su estancia en esta fragata, que se extenderá por aproximadamente un mes, la princesa completará su formación en áreas clave como la navegación táctica, operaciones de combate, gestión de emergencias a bordo, y el funcionamiento integral de un buque de guerra moderno. Este nuevo capítulo de su instrucción no solo fortalece su vínculo con la institución militar, sino que también tiene un valor simbólico, al representar su inmersión directa en la operativa diaria de una unidad que participa activamente en despliegues nacionales e internacionales.
Además de su instrucción en La Blas de Lezo, Leonor deberá integrarse en el Grupo de Combate Expedicionario ‘Dédalo’, un conjunto de unidades navales, aéreas y de Infantería de Marina que realizan ejercicios de entrenamiento conjunto en aguas del Atlántico y el Mediterráneo occidental. Esta experiencia está concebida para que la heredera adquiera una visión global del trabajo conjunto entre las diferentes fuerzas del Estado Mayor de la Defensa y entienda, de forma práctica, cómo se coordinan operaciones en escenarios reales de misión.
El paso de la princesa por el Juan Sebastián Elcano ha sido valorado muy positivamente por mandos de la Armada y expertos militares, que destacan su actitud de esfuerzo, adaptación y discreción a lo largo de los cinco meses en el mar. En ese tiempo, la princesa ha compartido tareas con la tripulación, ha participado en maniobras reales, ha aprendido sobre navegación a vela y ha experimentado la exigente vida a bordo de un barco militar en condiciones reales de navegación. Las prácticas incluían guardias nocturnas, labores de mantenimiento, instrucción táctica, ejercicios de seguridad, y formación teórica en materias propias de la carrera naval.
La vida en Elcano
La vida a bordo del Elcano no es sencilla: los cadetes y dotación realizan turnos rotativos, conviven en espacios reducidos y siguen una rutina estricta. Leonor ha vivido esta experiencia en igualdad de condiciones, como un miembro más de la tripulación, en una demostración de compromiso con su papel institucional y con los valores que representa la carrera militar.
El programa de formación militar que sigue la princesa Leonor comenzó en agosto de 2023 en la Academia General Militar de Zaragoza, continuó este año en la Escuela Naval Militar en Marín (Pontevedra), y culminará su tercer y último año en la Academia General del Aire y del Espacio en San Javier (Murcia). Este recorrido, diseñado siguiendo el mismo modelo que realizó su padre, el rey Felipe VI, busca garantizar que la futura jefa del Estado comprenda a fondo el funcionamiento, la organización y los valores de los tres ejércitos.
Con esta formación integral, Leonor no solo adquiere conocimientos técnicos y habilidades militares, sino que también fortalece su autoridad simbólica como futura comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, un papel que implica liderazgo, responsabilidad y cercanía con los miembros del Ejército.
La elección de formar a la princesa en este ámbito responde también al objetivo de modernizar la imagen de la monarquía española, mostrar un compromiso real con las instituciones del Estado y acercarla a la ciudadanía a través del ejemplo y el servicio. La presencia de Leonor en unidades activas, su participación en maniobras reales y su convivencia con miembros de las Fuerzas Armadas proyectan una imagen de cercanía, dedicación y preparación que muchos consideran clave para el futuro de la institución.
En los próximos meses, la princesa continuará con sus compromisos formativos y públicos, mientras se aproxima el tercer y último año de su formación militar. Su paso por la fragata Blas de Lezo y el grupo de combate ‘Dédalo’ será sin duda otro hito en su progresiva preparación para asumir, en el futuro, las responsabilidades de la Corona.