RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.- El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció este lunes la adjudicación de un contrato por 200 millones de dólares a OpenAI, compañía desarrolladora de modelos avanzados de inteligencia artificial como ChatGPT y GPT-4o, con el objetivo de fortalecer las capacidades del país en materia de seguridad nacional.
Según el comunicado oficial del Pentágono, el contrato ha sido asignado a OpenAI Public Sector LLC, una unidad especializada en proyectos gubernamentales, y tendrá como foco principal la creación de prototipos de inteligencia artificial de última generación aplicables tanto a escenarios de defensa como a usos estratégicos en entornos corporativos.
El trabajo se desarrollará principalmente en Washington D.C., y forma parte de un paquete más amplio de inversiones en tecnología militar impulsadas por la actual administración del presidente Donald Trump, que ha incrementado considerablemente el presupuesto del Pentágono como parte de su estrategia para consolidar el liderazgo estadounidense en defensa e innovación tecnológica.
El contrato se da a conocer en un contexto de creciente cooperación entre el sector tecnológico y el aparato de defensa estadounidense.
El año pasado, OpenAI anunció una alianza estratégica con Anduril Industries, empresa especializada en soluciones tecnológicas para defensa, con el propósito de diseñar aplicaciones avanzadas de IA en misiones de seguridad nacional.
Además, la firma se suma a una serie de contrataciones recientes del Pentágono vinculadas al desarrollo de capacidades basadas en inteligencia artificial.
Thunderforge: El proyecto de OpenAI
En marzo de este año, el Departamento de Defensa firmó un acuerdo con ScaleAI para poner en marcha “Thunderforge”, un proyecto que busca integrar IA en la planificación y ejecución de operaciones militares.
Aunque no se han detallado los casos de uso específicos del contrato con OpenAI, el Pentágono señaló que la iniciativa busca acelerar la toma de decisiones, optimizar análisis de datos complejos y reforzar la ciberseguridad, todo dentro del marco legal vigente y con supervisión técnica especializada.
La creciente participación de empresas privadas de tecnología en proyectos de seguridad nacional plantea nuevos debates sobre el papel de la inteligencia artificial en conflictos armados, la protección de datos sensibles y el equilibrio entre innovación y ética.
OpenAI, bajo el liderazgo de su CEO y cofundador Sam Altman, ha expresado públicamente su interés en contribuir a iniciativas estatales estratégicas.
Altman ha manifestado apoyo al presidente Trump desde su campaña y ha acompañado al mandatario en eventos clave relacionados con el desarrollo de infraestructura tecnológica.
Este contrato refuerza la tendencia global de integrar inteligencia artificial en sistemas de defensa, una apuesta que podría redefinir la naturaleza de los conflictos y la forma en que los países se preparan ante amenazas complejas en un entorno geopolítico en constante evolución.
