RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo este martes una reunión de alto nivel con su Consejo de Seguridad Nacional, en el contexto de una escalada de violencia entre Israel e Irán que ha dejado cientos de muertos y ha elevado la tensión regional a niveles sin precedentes.
Un funcionario de la Casa Blanca confirmó la reunión, que se produce apenas un día después de que Trump abandonara de forma anticipada la cumbre del G7 para regresar a Washington.
Aunque el mandatario negó que su regreso estuviera relacionado directamente con negociaciones de un posible alto el fuego entre Jerusalén y Teherán, la agenda de seguridad dominó la jornada.
La administración estadounidense evalúa su posible involucramiento directo en el conflicto, mientras continúa ofreciendo respaldo diplomático y militar a Israel, uno de sus principales aliados estratégicos en Medio Oriente.
Declaraciones y advertencias
En paralelo a las deliberaciones en la Casa Blanca, el presidente Trump ha intensificado su retórica en su red social Truth Social, donde ha emitido varios mensajes desafiantes hacia el liderazgo iraní.
En uno de ellos, aseguró que Estados Unidos tiene el “control total de los cielos de Irán” y exigió la “rendición incondicional” de sus autoridades.
“No vamos a eliminarlo… al menos no por ahora”, dijo Trump en referencia al líder supremo iraní, en un mensaje que ha generado inquietud entre analistas por su tono provocador y sus posibles implicaciones en el plano militar.
Trump aborda situación en el terreno
Este martes se cumplen cinco días consecutivos de intercambio de ataques entre Israel e Irán, marcados por intensos bombardeos aéreos y lanzamientos de misiles.
Según reportes oficiales y de organizaciones internacionales, el conflicto ha dejado más de 200 muertos en Irán, incluidos civiles y altos mandos militares.
También se han reportado daños significativos a instalaciones nucleares iraníes.
En Israel, el Ministerio de Salud confirmó al menos 24 víctimas mortales a causa de los misiles lanzados desde territorio iraní, que han impactado zonas urbanas y estratégicas del país.
Aunque Washington ha reiterado que no participó en los ataques israelíes, Trump insinuó que la ofensiva podría estar vinculada al vencimiento de un plazo impuesto a Teherán para negociar un nuevo acuerdo nuclear, que hasta el momento no ha avanzado.
Preocupación internacional
El incremento de las hostilidades ha generado una creciente alarma internacional.
Naciones Unidas ha llamado a la desescalada inmediata y varios miembros del G7, reunidos esta semana en Europa, han solicitado a ambas partes evitar una confrontación directa que pueda derivar en una guerra regional de gran escala.
Mientras tanto, la atención está centrada en Washington, donde se espera que el gobierno de Trump defina su postura frente a una crisis que amenaza con desestabilizar aún más el equilibrio en Medio Oriente.