RDÉ DIGITAL, GINEBRA.-La Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia especializada de la ONU, advirtió este martes que el planeta debe acostumbrarse a olas de calor más intensas, frecuentes y tempranas debido al cambio climático provocado por el hombre. “Como resultado del cambio climático provocado por el hombre, el calor extremo se está volviendo más frecuente, más intenso. Es algo con lo que tenemos que aprender a vivir”, declaró Clare Nullis, portavoz de la OMM.
Nullis lo calificó como un “asesino silencioso”, y explicó que la mortalidad relacionada con el calor suele estar infrarrepresentada en las cifras oficiales, en comparación con otros desastres naturales. “Cada muerte por calor es innecesaria: tenemos el conocimiento, tenemos las herramientas, podemos salvar vidas”, destacó, subrayando la importancia de las alertas tempranas y planes de acción coordinados.
La actual canícula que azota gran parte de Europa, fomentada por olas de aire caliente provenientes del norte de África y el calentamiento del mar Mediterráneo, acompaña lo que la OMM describe como un fenómeno anticipado, no una anomalía aislada. Además, advirtió que estos eventos podrían ocurrir incluso fuera de los meses tradicionalmente más cálidos: aunque julio es el mes más cálido en el hemisferio norte, olas de calor tan tempranas ya están comenzando a manifestarse.
El secretario general de la ONU, António Guterres, quienes estos días respaldan el llamado global a la acción contra las olas de calor, señaló que la Tierra está experimentando una “epidemia de calor extremo”, con temperaturas que pueden superar los 50 °C y amplios impactos sobre la salud, la economía y los ecosistemas.
Sistemas de alertas tempranas La OMM y la OMS han identificado que implementar estos sistemas en 57 países podría evitar cerca de 98 000 muertes por calor cada año.
Planes integrados de salud vs. calor Estrategias combinadas con urbanismo, atención médica y protección a grupos vulnerables son clave para disminuir el impacto. Para atajar la raíz del problema, se requiere acelerar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con el Acuerdo de París.
Las olas de calor se están consolidando como parte del clima global, no como incidentes aislados. Son peligrosas, especialmente para personas vulnerables, pero pueden prevenirse con sistemas de alerta, planificación ciudadana y compromiso climático internacional.