RDÉ DIGITAL, TEXAS.- Un grupo de familias presentó este miércoles una demanda en una corte federal en San Antonio para impugnar una ley de Texas que exige a las escuelas públicas colocar carteles con los Diez Mandamientos en sus salones de clase a partir de septiembre.
La medida, aprobada por la legislatura estatal en su última sesión, ha desatado un debate sobre la libertad religiosa y la separación entre Iglesia y Estado.
La demanda, presentada ante la Corte del Distrito Oeste de Texas, argumenta que la nueva ley es inconstitucional y contradice los principios fundacionales del país, al imponer una visión religiosa específica, de tradición protestante, sobre los más de 5,5 millones de estudiantes del sistema público texano.
Los demandantes, entre ellos padres y madres de distintas creencias, alegan que esta imposición estatal podría ejercer presión sobre los estudiantes para que adopten o reverencien un texto religioso que no necesariamente forma parte de su fe personal o familiar.
También advierten sobre el posible efecto discriminatorio hacia alumnos que no profesen la religión protestante.
La acción legal solicita al tribunal que impida de forma preliminar la entrada en vigor de la ley mientras se emite una decisión definitiva sobre su legalidad.
Este nuevo conflicto se suma a una serie de controversias en torno a la educación pública en Texas
En noviembre de 2023, la Junta Estatal de Educación aprobó el uso de materiales curriculares con contenido bíblico para estudiantes de preescolar a quinto grado, pese a las objeciones de organizaciones defensoras de la libertad religiosa.
Texas no es el único estado que impulsa iniciativas similares. En Luisiana, una ley con disposiciones casi idénticas fue bloqueada por un juez a finales del año pasado.
En otros estados, como Carolina del Sur y Utah, se han introducido propuestas con el mismo objetivo, aunque con distintos niveles de avance.
El impulso a estas medidas se ha visto fortalecido por un fallo del Tribunal Supremo de EE. UU. en 2022 (Kennedy vs. Distrito Escolar de Bremerton), que avaló el derecho de un entrenador a realizar oraciones personales en espacios públicos escolares, interpretando de forma más flexible la cláusula constitucional que prohíbe la promoción estatal de religiones.