RDE DIGITAL, SAN CRISTÓBAL.- Una de las mas antiguas edificaciones de la ciudad -el Hotel Constitución- ha sido demolido y se especula que será sustituida por una plaza comercial lo que ha desatado serie de conjeturas.
La demolición fue ejecutada forma inesperada por los propietarios legales de la propiedad, quienes hace un mes habían desalojado sin previo aviso a los descendientes de la familia Bobea, ocupantes por varios años.
Se ignora quiénes son los dueños reales y el tipo de proyecto que se llevará a cabo en el lugar, ubicado en el centro de la zona histórica, al lado de la sede del Ayuntamiento municipal, frente al antiguo Casino San Cristóbal y el parque Central.
La población ha expresado su preocupación por el hecho de que realizar una plaza comercial se en el lugar podría agravar mas el problema de la falta de espacios para estacionamiento de vehículos en la zona céntrica.
Uno de los primeros en reaccionar ante la noticia de la demolición fue el ingeniero José Osvaldo Leger, ex senador provincial, residente en Santo Domingo, quien hizo un llamado «a todas las autoridades para que se ocupen de constreñir a los encargados de la nueva construcción en ese lugar cuente con parqueos soterrados suficientes y técnicamente calificados».
Leger exhorta a la filial local del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), a la Alcaldía Municipal y al Ministerio de Obras Públicas «a estar atentos para que la nueva obra no se constituya en nuevo elemento de problema en el congestionado centro de la ciudad».
La edificación de dos niveles fue levantada en los primeros años de la década del 40 por disposición del generalísimo Rafael L. Trujillo, no se sabe si con fondos propios o del Estado. Sí se ha asegurado que cuando se construyó el Palacio Nacional en Santo Domingo entre 1944 y 1947, Trujillo utilizó varias veces ese edificio, ubicado en la avenida Constitución, para recibir embajadores extranjeros y despachar asuntos oficiales en sus constantes estadías aquí.
Según versiones, luego fue convertido en hotel -con el nombre de Constitución- y entregado por orden del mismo jefe del Estado de ese entonces a manos privadas.
Pero desde hace buen tiempo dejó de ser hotel y simplemente funcionaban en algunas oficinas.