RDE DIGITAL, SANTIAGO.- Diariamente en Santiago circulan 350,000 carros privados y más de 4,000 públicos, entré 78,000 a 84,000 vehículos que se desplazan desde el interior.
Por la autopista Duarte, desde el Hospital Metropolitano de Santiago, hasta el centro del ayuntamiento, entre 3 de la tarde y 7 de la noche, se movilizan 160,000 automóviles, de acuerdo a las últimas mediciones a cargo del ingeniero Sergio Tavera.
El presidente de la Central Nacional de los Trabajadores del Transporte (CNTT), Juan Marte, manifestó que el mal estado de la vías mientras se intervienen los tramos para la construcción de alguna obra, no es “una casualidad”, ya que luego de terminado el trabajo, las instituciones reciben otra licitación para arreglar las calles que hayan sido damnificadas.
“Para nadie es un secreto que este país está corrompido de los pies a la cabeza y la corrupción está en la construcción mayormente. Es casi la misma cosa en República Dominicana. Por eso ese deterioro en las calles y avenidas que se están construyendo, no es casual”, expresó el presidente de la entidad.
El caos y la situación grave de movilidad que se ha generado en esta demarcación, producto de las múltiples y simultáneas intervenciones en las principales carreteras, avenidas y autopistas, y la ausencia de rutas alternas, más el extenuante flujo vehicular, recae “en la falta de planificación, coordinación y coherencia” entre las entidades que influyen en el tránsito y el transporte, según Marte.
“Dispersa, anárquica y errática” es la manera de proceder, de acuerdo a Marte, de las autoridades que inciden de manera indirecta en el tránsito y el transporte como es la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago, (CORAASAN) el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y la compañía que construye el monorriel y el teleférico, como las que inciden de manera directa, dígase el Departamento Técnico de Tránsito y Transporte, Saneamiento Urbano, Dirección General de Seguridad y Transporte y el Instituto Nacional de Tránsito Terrestre, ya que estas instituciones “actúan cada cual por su lado, de acuerdo a sus intereses y a su propósito”.
“Cuando usted tiene un impacto vehicular en la ciudad de esa magnitud y sus autoridades están actuando de manera dispersa, entonces tenemos este desastre que vivimos en materia de tránsito y transporte en la ciudad”, dijo el presidente de la CNTT.
Aquí se suma la pérdida de ingresos debido a los recurrentes inconvenientes que tienen los pasajeros para tener acceso a los conchos, el daño de los vehículos y motocicletas, de acuerdo a los motoconchos y choferes.