RDE DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Los moradores de La Ciénaga y Los Guandules se encuentran indignados, ya que alegan que siguen viviendo en condiciones deplorables a pesar de la inauguración que hizo el domingo el presidente Luis Abinader de la avenida Paseo del Río y algunas obras de infraestructuras.
Justo al lado y detrás de donde se hizo el acto inaugural, residentes de estos sectores declararon que viven sobre las aguas cuando llueve, incluso peor que antes de hacer la avenida, porque ahora las aguas se estancan y no pueden llegar al río, como pasaba antes.
Eduard Pérez dijo que para que el Presidente no viera sus miserias taparon las viviendas con aluzín en unos 300 metros, lo que ellos llaman “el muro de la vergüenza” y afirmó que ha sido un engaño hablar de un nuevo Domingo Savio cuando siguen viviendo entre charcos, lodos e insalubridad.
“No estamos conformes con lo que se ha hecho, mire para que el Presidente no vea los ranchos que están a la orilla de la calle, lo taparon con aluzín, eso lo hicieron el viernes”. Luis Abinader estuvo en la zona el pasado domingo, “incluso yo les dije a ellos: ” ¿por qué ustedes no dejan eso así para que el Gobierno vea que el trabajo está incompleto?'”.
Ramón Belén manifestó que, “aguantamos porque somos fuertes, pero que en nada nos ha beneficiado la nueva avenida, porque con nuestras familias no se ha hecho nada”.
“Si nosotros fuéramos unidos, no hubiéramos aceptado que pusieran eso (el aluzín) para que el Presidente viera todo y sepa lo que hacen sus funcionarios, que le están pasando gato entre macuto”, indicó Belén.
María Jerez otra de las afectadas manifestó: “Ellos vinieron a lavarle la cara al barrio, nada más hicieron la avenida, pero nos han dejado a todos abandonados, nosotros queremos que, por favor nos construyan las casas, mi casa lo que está es con lona arriba, no hicieron entrada a la avenida para que la gente salga”.
Indicaron que además de la miseria en la que viven, tienen que levantarse entre las 4:00 y las 5.00 de la madrugada, cuando llega agua, exponiéndose a ser atracados por malhechores.