RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El fundador y Chairman of the Board de Grupo Puntacana, Frank Rainieri, valoró este martes positivamente que la Suprema Corte de Justicia ratificara la paralización de la construcción del Aeropuerto Internacional de Bávaro (AIB).
Explicó que este tipo de infraestructuras -que se rigen tanto en la tierra como en el aire- tienen que ser parte de un plan de ordenamiento nacional y cumplir con todas las regulaciones de lugar.
La Suprema Corte de Justicia rechazó un recurso del Aeropuerto Internacional de Bávaro que buscaba invalidar la declaración que lo calificaba de lesivo al interés nacional emitida por el Instituto de Aviación Civil (IDAC). De paso, desestima el proyecto tal como fue concebido y aprobado
“La Suprema vio que todo el proceso estuvo viciado desde sus inicios y, gracias a Dios, la Suprema Corte y los jueces han demostrado su independencia, porque tuvieron mucha presión para que fallaran en contra nuestra, y ellos tomaron una decisión unánime”, manifestó el fundador.
Rainieri criticó la celeridad con la que se autorizó la construcción de este aeropuerto sin tener un permiso de uso de tierras para la ubicación en la que sería levantado.
“¿Cómo pueden hablar de hacer un aeropuerto simplemente con base en políticas, consiguiendo permisos a la velocidad del rayo, cuando es un aeropuerto?”, se cuestionó.
A modo de ejemplo, dijo que el Aeropuerto Internacional de Punta Cana (PUJ) -el primero privado del país y el de mayor afluencia de pasajeros- le tomó “siete años y tres gobiernos” conseguir toda la reglamentación necesaria.
“Y este (el AIB) lo consiguió en seis meses, en plena pandemia y en un momento que habían cerrado el país para todo tipo de actividad”, declaró Rainieri.
Informó que, aunque hay ejemplos de ciudades como Nueva York, que tienen aeropuertos a una corta distancia, explicó que fueron construidos antes de que existieran aeronaves de gran tamaño y con mayor capacidad de vuelo, que pueden recorrer “10 millas en dos minutos”.
Esos aeropuertos operan con base en equipos sofisticados, costos de aeronavegación y patrones de seguridad sumamente complejos, amplió.