RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS. – En un plazo de 10 meses, 240 millones de ciudadanos estadounidenses serán convocados a las urnas para decidir el futuro del país y, por ende, del mundo.
La contienda presidencial presenta un choque de titanes entre el actual presidente Joe Biden y su antecesor, Donald Trump, ambos con posturas polarizadas en asuntos nacionales e internacionales.
Este escenario político, que evoca la recordada elección de 2020, se perfila nuevamente con Biden y Trump como protagonistas principales. Sin embargo, la aceptación de ambos dentro de sus propios partidos no es unánime, especialmente en el caso de Biden, cuya edad, 81 años, suscita cuestionamientos y sufre críticas internas.
Las primarias demócratas muestran la falta de competencia real, con el congresista Dean Phillips y Marianne Williamson como contrincantes, pero sin superar el 10 % en intenciones de voto.
En el bando republicano, Trump lidera las encuestas frente a Nikky Haley y Ron DeSantis, consolidando su posición de favorito.
Biden se enfrenta a desafíos notables, desde la incertidumbre en torno a su edad hasta críticas a sus políticas económicas, a pesar de los éxitos en el mercado laboral. Además, los problemas legales de su hijo Hunter, acusado de fraude fiscal, podrían impactar en su campaña.
Por su parte, Trump se defiende de acusaciones relacionadas con las elecciones de 2020 y enfrentará juicios en marzo.
A pesar de estos desafíos legales, Trump utiliza esta situación para fortalecer su imagen de luchador contra “el sistema”, ganando popularidad entre votantes claves, a 10 meses de los comicios.
No obstante, la historia electoral estadounidense nos recuerda la imprevisibilidad del camino hacia las urnas, advirtiendo sobre giros y sorpresas en esta campaña que se perfila llena de intriga y suspenso.