RDÉ DIGITAL, ESPAÑA (EFE). -Este jueves, la Generalitat catalana, el gobierno regional de la región española de Cataluña, declaró la emergencia por sequía, una situación sin precedentes, que afectará a seis millones de personas en Barcelona y Girona. El consumo de agua será limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día, lo que representa una cantidad mínima.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el director de Acción Climática, David Mascort, anunciaron esto en una rueda de prensa después de la comisión interdepartamental de sequía.
“No nos habíamos enfrentado nunca una sequía tan larga desde que existen mediciones de lluvia. Arrastramos tres años en los que no llueve como el país necesita”, justificó Aragonès, quien defendió el “trabajo” y la “inversión” para mitigar los efectos y retrasar hasta 15 meses la entrada en emergencia.
Desde mañana viernes, hasta 239 municipios de las áreas metropolitanas de Barcelona y Girona entrarán en estado de emergencia, lo que significará que los ayuntamientos tendrán que supervisar los consumos de los habitantes y los servicios que se obtienen a través de la red pública.
Las nuevas regulaciones imponen un límite de 200 litros por persona al día para todos los usos, incluyendo industriales, agrícolas, recreativos y personales. En los hogares, se aconseja consumir 90 litros. En la actualidad, la ciudad de Barcelona no registra niveles de consumo más altos.
Es posible disminuir la presión del agua en los municipios que superen los niveles máximos, lo cual es una tarea del Área Metropolitana de Barcelona para disminuir el consumo.
Además, se disminuye el riego agrícola en un 80 %, el riego de ganadería en un 50 % y el riego industrial en un 25 %, el mismo porcentaje que se utiliza para usos recreativos.
Queda prohibido usar agua potable para lavar coches o limpiar áreas urbanas.
Además, se prohíbe el llenado total o parcial de todas las piscinas con agua dulce, incluidas las de los hoteles y cámpings, aunque el sector seguirá usando agua salada, que sí está permitida durante la Semana Santa y el verano.
No se permitirá el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes, tanto privadas como públicas, a menos que se utilice agua regenerada o freática para la supervivencia de árboles o jardines botánicos públicos, tal como ya se ha hecho en el Ayuntamiento de Barcelona y otros municipios.
Además, se ha establecido una suspensión de actividades económicas que requieran un uso intensivo del agua, como nuevas granjas o ampliaciones de las existentes, industrias y actividades turísticas, así como nuevos planes urbanísticos.
Mascort enfatizó que se está colaborando con los ayuntamientos para adaptar las nuevas medidas y obtener ayudas para mejorar sus redes de suministro, sin embargo, en última instancia se aplicarán las sanciones correspondientes de acuerdo con el plan de sequía.
