RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– Enfrentando un persistente déficit presupuestario que desde 2008 promedia el 3 % del producto interno bruto (PIB), República Dominicana se encuentra en una encrucijada financiera en la que el equilibrio fiscal se ha vuelto una meta esquiva pero imperativa.
A pesar de las reiteradas advertencias de organismos internacionales y analistas locales sobre la necesidad de una reforma fiscal, un análisis del Banco Mundial realizado en 2021 sugiere que restaurar la dinámica sostenible de la deuda requiere acciones concretas.
El informe “República Dominicana: revisión del gasto público” indica que estabilizar la relación deuda/PIB del Sector Público No Financiero (SPNF) demanda saldos primarios futuros, dependientes del crecimiento económico y las tasas de interés. El Banco Mundial sugiere cuatro opciones complementarias:
- Acelerar el crecimiento del PIB para reducir el saldo de la deuda.
- Reducir el gasto público no financiero.
- Desarrollar un programa de gestión de la deuda para reducir tasas de interés.
- Incrementar los ingresos fiscales para reducir el déficit.
El Banco también destaca la importancia de una Ley de Responsabilidad Fiscal para mantener una política anticíclica y mejorar la confianza del mercado financiero. En 2023, el ministro de Hacienda, José Manuel Vicente, presentó un anteproyecto de Ley de Responsabilidad Fiscal que establece un objetivo de deuda no superior al 40 % del PIB para 2035.
Con ingresos proyectados de 1,274,699.5 millones de pesos y gastos de 1,503,947.5 millones para 2024, el déficit fiscal del SPNF asciende a 229,247.9 millones de pesos, equivalente al 3.1 % del PIB, superando el rango ideal.
El desafío fiscal de República Dominicana requiere medidas audaces y coordinadas para alcanzar la estabilidad económica. La implementación efectiva de políticas fiscales y una gestión prudente de la deuda son cruciales para garantizar un futuro financieramente sostenible.