RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Pese a que, a mediados del mes de enero del año en curso, el presidente Luis Abinader emitiera el Decreto 1-24 con el cual regulaba la publicidad estatal en medio de una campaña electoral, resulta alarmante que el pasado viernes 9 de este mes se conociera la adjudicación de contratos de publicidad a cuatro empresas prestadoras de servicios, por un monto de RD$1,800 millones, para el periodo febrero-abril de este año.
Al consultar el Portal Transaccional del Sistema, de la Dirección de Compras y Contrataciones públicas, se demuestra que tal decreto firmado en enero, es “hipocresía gubernamental”.
La adjudicación se realizó mediante el procedimiento DIECOM-CCC-PEOR-2024-0001, denominado Contratación de prestadora de servicios de estrategia de comunicación, colocación de medios, manejo de crisis y servicios afines.
En un acto público en el Palacio Nacional, Abinader firmó la orden ejecutiva número 1-24, para regular la publicidad oficial por primera vez en la historia, “para transparentar el gasto, no reducirlo” y, con la adjudicación de mil 800 millones, el decreto quede como una “falsa”, pues se realiza en una campaña electoral de unas elecciones municipales y un trocito de las congresuales y presidenciales.
Pero resulta que, en el Portal se informa que la contratación se ejecutó de conformidad con la Ley No. 340-06, sus modificaciones y Reglamentos de aplicación, según las ofertas recibidas en respuesta a la convocatoria publicada por esta Unidad Operativa de Compras y Contrataciones.
Cuando se firmó la regulación de la publicidad, el presidente manifestó “que con esta medida se buscaba mandar un mensaje de que hay que respetar los recursos del gobierno y que no deben utilizarse con fines electorales”, y justo ahora no se entiende que se otorgaran estos contratos sin ofrecerle alguna explicación al pueblo dominicano al respecto.
El presidente Abinader ¿se ha puesto “una camisa de fuerza” en un año de elecciones?, como fue su ideal con la firma del decreto a inicios de este año, para supuestamente regular la contratación de publicidad estatal, evidentemente que no, y pensar que ese ideal quedó desmoronado con el anuncio de contratación de publicidad estatal en dos meses electivos determinantes, pues en febrero se realizan las elecciones municipales y abril precede las elecciones congresuales y presidenciales de mayo.
“Yo sé que es extraño porque es una camisa de fuerza que nos ponemos nosotros en un año electoral. Pero es un año electoral que es diferente, por eso hemos mandado muchos mensajes de que aquí hay que respetar los recursos del Gobierno y que no debe utilizarse con fines electorales”, sostuvo el presidente Abinader tras firmar el decreto en enero, y la gente se pregunta en las calles: ¿Puede el presidente Abinader referirse a la adjudicación de publicidad a cuatro empresas durante los meses febrero-abril sin que esto signifique despilfarro de recursos del Estado?
Y es esto lo que ocurre, en la actual campaña electoral, los recursos del Estado es lo que menos se han cuidado. Por doquier se observa cómo funcionarios del gobierno han hecho derroche de los mismos como si fuesen propios.
Con la firma del decreto, el vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, dijo en aquella ocasión que no se esperaba una reestructuración del presupuesto en publicidad porque “nosotros lo usamos eficientemente”. “No va a haber que reestructurar nada porque ya era eficiente como probé con la cifra que compartí de la ejecución del 2023”, dijo.
El Gobierno gastó en publicidad en el 2023 la suma de 3,594 millones de pesos, y en este 2024, en plena campaña electora y, tan solo para dos meses, se adjudican RD$1,800 millones.