Santo Domingo es un permanente “cuello de botella” por los taponamientos vehiculares

RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– Calles y avenidas del Distrito Nacional y de la provincia Santo Domingo son un eterno “cuello de botella” por los largos y tediosos taponamientos que se forman a cualquier hora del día y las primeras horas de la noche.
Los taponamientos se han convertido en un desorden permanente que amenazan con arriesgar la salud de los conductores de vehículos públicos y privados que ven pasar horas y horas en los mismos sin observar que las autoridades procuren soluciones a corto ni a largo plazo.
Otro factor que incide en los “cuellos de botellas” son las incursiones de actividades recreativas, oficiales y de otras índoles en vías públicas importantes, sin el previo aviso a los usuarios que diariamente deben transitar por ellas.
Otro factor son los agentes de la Digesett debajo de los semáforos que, a consideración de conductores, obstaculizan el libre desenvolvimiento del tránsito.
Calles y avenidas del Distrito Nacional como de los sectores Villa Consuelo y ensanche La Fe, así como la avenida Duarte de norte a sur y la José Martí, sin importar hora mantienen un eterno taponamiento.
En el entorno de la calle José Martí y la avenida Duarte de norte a sur y muchas otras vías perpendiculares de ese entorno, donde las importadoras colocan carpas y maniquíes como si las aceras y parte de su calzada frontal les perteneciera, señala una información publicada en el diario El Día.
En las intersecciones principales del Distrito Nacional rara ocasión no haya un agente de la entidad de tránsito. Y en otras, como la avenida Georges Washington “siempre hay un evento musical o de entretenimiento, salvo los oficiales que se realizan en esa via”, como actualmente, se realizan los trabajos de construcción de tarimas para el martes 27 de este mes, Dia de la Independencia, donde se celebrará el acostumbrado desfile militar.
Otros puntos críticos de acumulación vehicular son el kilómetro 9 de la autopista Duarte debido a los trabajos de ampliación; la entrada del paso a desnivel de la avenida 27 de febrero, por las labores que se realizan de mantenimiento tras los daños por los aguaceros del 18 de noviembre del pasado año.
La intersección de la 27 de febrero con Isabel Aguiar, denominado “Pintura” es un tapón que no cesa a ninguna hora ni días, pues siempre está repleto de vehículos.
“Los taponamientos aumentan el estrés y la frustración; el nivel contaminación por las emisiones de gases que restan calidad al aire y aumentan los problemas respiratorios y lo peor, contribuyen a mayor riesgo de accidentes y dificultan el acceso rápido de los servicios de emergencia”, consideró Miguel Jiménez, presidente de la Fundación Movilidad Vial Dominicana (Movido) y coordinador general de la Coalición Vial RD.
La tensión que viven cada día los conductores ante el desorden del tránsito, retrata una ciudad carente de autoridades y falta de coordinación para mejorar la movilidad.