RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.- En un enérgico discurso pronunciado durante una convención cerca de Washington, el presidente argentino Javier Milei lanzó un llamado contra el avance del socialismo, describiéndolo como una amenaza para la libertad y el progreso.
Ante una audiencia, Milei reafirmó su postura ultraliberal, advirtiendo sobre los peligros inherentes a la justicia social, a la cual calificó como una “aberración”. Asimismo, el mandatario expresó que “los socialistas arruinan nuestras vidas” y exhortó a la audiencia a resistir cualquier forma de regulación estatal y a rechazar la agenda proaborto.
Milei, quien asumió la presidencia después de ganar las elecciones en noviembre pasado, detalló las medidas reformistas que ha implementado en Argentina, incluyendo un mega decreto destinado a revertir la crisis económica que afecta al país. Sin embargo, estas reformas han enfrentado críticas y protestas por parte de la izquierda, a la que el presidente se refirió como “la casta corrupta”, compuesta por políticos, empresarios, medios de comunicación y sindicalistas que buscan preservar sus privilegios.
En su discurso, Milei defendió con vehemencia el capitalismo y criticó el socialismo por su enfoque hiper individualista y su falta de responsabilidad fiscal. Además, cuestionó la democracia ilimitada y el populismo, señalando que estas ideas conducen a políticas de redistribución de riqueza que han demostrado ser desastrosas en otros países latinoamericanos como Venezuela.
El presidente argentino también arremetió contra el pro marxismo y el ecologismo, argumentando que estas corrientes ideológicas buscan culpabilizar al ser humano por problemas como el calentamiento global, en lugar de promover soluciones realistas.
Con un claro mensaje de esperanza y determinación, Milei concluyó su discurso instando a la audiencia a luchar por la libertad y a resistir cualquier intento de coacción estatal. Sus palabras fueron recibidas con fuertes aplausos y cánticos de “¡Viva la libertad!”, dejando claro que su mensaje resonó profundamente entre los asistentes a la convención ultraconservadora.