RDÉ DIGITAL SANTO DOMINGO.- La ciudad de Santo Domingo se ve envuelta en una transformación de su dinámica de desplazamiento, donde la preferencia de la población por la velocidad y agilidad de las motocicletas ha marcado un cambio significativo. Óscar Almánzar, presidente de la Federación Nacional de Motoconchistas (Fenamoto), comparte sus reflexiones sobre este fenómeno que redefine la movilidad urbana.
Las estadísticas más recientes revelan que las motocicletas representan el 56.5 % del parque vehicular en la República Dominicana, evidenciando un aumento notorio en su utilización, especialmente en entornos urbanos. Almánzar argumenta que la rapidez y eficacia de las motocicletas llevan a la población a preferirlas, dejando sus automóviles estacionados en casa.
En el contexto dominicano, las motocicletas desempeñan roles diversos, desde servir como transporte privado hasta fungir como mototaxis, operando bajo rutas establecidas o plataformas digitales como Moto Uber. No obstante, también se observa un uso irresponsable por parte de algunos usuarios, participando en carreras y acrobacias en vías públicas.
Almánzar destaca un cambio significativo en la forma en que las motocicletas son empleadas para el trabajo, con una diversificación de modalidades laborales que va más allá del tradicional motoconcho estacionario. Las aplicaciones digitales han contribuido a esta evolución, ampliando la oferta de servicios de transporte en motocicletas y generando un incremento en los trabajos relacionados.
Este crecimiento ha sido especialmente notorio en la última década, con un impresionante aumento del 82.9 %. Solo en enero de 2024, se integraron al parque vehicular 29,099 vehículos nuevos, siendo 17,938 de ellos motocicletas.
La relevancia de las motocicletas en el ámbito comercial es subrayada por Ricardo Rosario, presidente del Grupo Detallistas Unidos, quien señala que más del 60 % de las ventas en el sector detallista se realizan mediante el servicio a domicilio en motocicletas. Este medio de transporte se ha vuelto esencial para el abastecimiento de negocios y la entrega de productos, especialmente en un contexto donde las ventas a domicilio representan una parte significativa de los ingresos diarios.
En cuanto a la regulación, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) ha anunciado medidas para reglamentar la circulación de motocicletas utilizadas en servicios de entrega a domicilio. Óscar Almánzar, en su calidad de presidente de la Fenamoto, destaca la necesidad de separar los distintos usos de las motocicletas, incluyendo aquellos con fines delictivos.
El año 2022 vio la implementación del Plan Nacional de Registro de Motocicletas por parte del Gobierno dominicano, como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad Ciudadana “Mi País Seguro”. Este plan busca controlar el uso indebido de las motocicletas en actividades delictivas, con un costo de 600 pesos y requisitos específicos para obtener la licencia categoría 1.
En conclusión, el impacto de las motocicletas en la movilidad y el comercio en la República Dominicana es innegable, planteando desafíos y oportunidades que requieren una regulación adecuada para garantizar su uso seguro y eficiente. RDÉ Digital se mantiene atento a las evoluciones en esta temática crucial para la sociedad dominicana.
