RDÉ DIGITAL, JAPÓN.- La repentina muerte del reservado e influyente dibujante Akira Toriyama ha causado conmoción en la comunidad artística global. Toriyama, una figura clave para numerosos artistas que terminaron moldeados por el irresistible atractivo de su estilo personal, es conocido por su obra ‘Dragon Ball’, uno de los mangas y animes más exitosos a nivel global.
Nacido el 5 de abril de 1955 en la localidad de Kiyosu, en el centro de Japón, Toriyama falleció el pasado día 1 de marzo a los 68 años. Antes de volcar su carrera en el manga, trabajó en una agencia de publicidad en la limítrofe Nagoya.
Su carrera despegó tras llamar la atención del mítico editor Kazuhiko Torishima con sus primeros trabajos de 1977 ‘Awawa World’ y ‘Misterious Rain Jack’. Toriyama debutó en 1978 con ‘Wonder Island’ en las páginas de la revista Shonen Jump, a la que se mantendría vinculado durante toda su carrera.
Su primer gran éxito llegaría con la serialización de ‘Dr. Slump’, las disparatadas aventuras del científico e inventor Senbei Norimaki y su creación, Arale, un robot con la apariencia de una niña de 10 años, que se publicaría entre 1980 y 1984.
Mientras trabajaba en ‘Dr. Slump’, Toriyama crearía ‘Dragon Boy’ (1983), una historia corta de dos capítulos que sirvió como prototipo para varios de los personajes que protagonizarán ‘Dragon Ball’, la obra que lo lanzó a la fama mundial y se ha convertido probablemente en el manga más conocido de todos los tiempos.
‘Dragon Ball’ se publicaría entre 1984 y 1995, dando lugar a una transgresora serie de animación que revolucionará el consumo y el rumbo de la industria, y a numerosas obras y series posteriores, entre ellas las actualmente en publicación ‘Dragon Ball Heroes’ y ‘Dragon Ball Super’, en la que estaba trabajando, haciéndose cargo del guión, junto a su discípulo Toyotaro (dibujo).
Además del manga y el anime, Toriyama trabajó asiduamente en la industria de los videojuegos. Corrió a cargo del diseño de personajes y monstruos de importantes títulos como ‘Dragon Quest’ o ‘Chrono Trigger’, y el próximo abril está previsto el lanzamiento del título ‘Sand Land’, inspirado en su obra homónima de 2000.
“Akira Toriyama era el Osamu Tezuka de su época, un narrador proteico con un don singular para combinar acción y aventura con empatía”, dice a EFE el periodista, escritor y profesor asociado de la Universidad de Waseda Roland Kelts, que destaca: “Fue un artista pionero en unir manga, anime y videojuegos”.
Incluso el Gobierno japonés ha dedicado unas palabras a la muerte del autor. “Gracias a sus obras, los contenidos japoneses han sido reconocidos ampliamente en el mundo y creo que ha sido una de las causas del aumento de turistas. Reconocemos que ha jugado un papel importante para mostrar la potencia cultural del país”, dijo en rueda de prensa el portavoz gubernamental, Yoshimasa Hayashi.
Pese a su extraordinaria fama, Toriyama siempre fue muy celoso con su intimidad. Alérgico a las fotografías y las entrevistas, prefería ser retratado en obras y artículos con su característica caricatura que lo representaba como un robot.