RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- En la vasta diversidad culinaria que caracteriza a la República Dominicana, las Habichuelas con Dulce destacan como un fenómeno único. Este postre tradicional de la temporada de Cuaresma y Pascua no solo deleita los paladares locales, sino que también intriga a los curiosos sobre su origen. ¿De dónde vienen nuestras Habichuelas con Dulce? ¿Son exclusivas de nuestra cultura o tienen raíces en otras partes del mundo?
Teoría de Oriente Medio
Una de las teorías más interesantes sobre el origen de las Habichuelas con Dulce apunta hacia el plato turco llamado Aşure, también conocido como “Pudín de Noé”. Esta conexión sugiere que el concepto de un postre elaborado a base de habichuelas podría haber llegado a la isla caribeña a finales del siglo XIX o principios del XX, junto con otros elementos de la gastronomía otomana. El Aşure, asociado con un período de ayuno religioso, comparte ingredientes y similitudes con las Habichuelas con Dulce, lo que respalda esta teoría de influencia oriental en nuestra cocina tradicional.
Teoría francesa
Otra hipótesis sugiere un posible origen francés, introducido en el siglo XIX por colonos franceses que se establecieron primero en Haití y luego migraron a la República Dominicana. Esta teoría plantea la posibilidad de que las Habichuelas con Dulce sean un legado colonial, transmitido a través de las interacciones culturales y culinarias entre las colonias europeas en el Caribe.
Teoría africana
Una conexión africana también se vislumbra en el Perú, donde existe una versión similar llamada Frejol Colado, preparada con habichuelas negras, leche, azúcar y almendras. Este plato, de presunto origen africano, sugiere una conexión transatlántica con la versión dominicana, compartiendo el concepto básico aunque con variaciones en los ingredientes.
Teoría asiática
La presencia de platos dulces a base de frijoles en Asia añade otra capa de misterio a las Habichuelas con Dulce dominicanas. Desde Filipinas hasta Japón y China, existen tradiciones culinarias que involucran frijoles azucarados, como el dulce helado de frijoles mungo en Filipinas, el Amanatto japonés y las pastas dulces chinas elaboradas con diversos tipos de frijoles. Estas similitudes podrían señalar una influencia asiática en la evolución de nuestro postre tradicional.
Ingredientes
- 1 Libra Habichuelas Rojas ablandadas con 1 astilla de canela
- 2 Unidades Leche Evaporada Carnation UHT 300ml
- 1 Taza Leche De Coco , sin azucar
- 1 Lata Leche Condensada La Lechera® 403G.
- 1/2 Taza Azúcar
- 1 Ramita Canela
- 8 Unidades Clavos Dulces
- 1/2 Cucharadita Nuez Moscada
- 1/2 Taza Pasas
- 1 Libra Batata pelada, cortada en dados, hervida con sal y escurrida
- 1 Cucharada grande Extracto De Vainilla
- 1/4 Cucharadita Sal
- 0 1/2 Cucharada grande Mantequilla
Modo de preparación
En un tazón grande, agregue las habichuelas y el agua suficiente para cubrirlos sobre 3”. Tape y deje en remojo por 12 horas. Después del remojo, escurra las habichuelas, reservando el líquido. Posteriormente agregue más agua al líquido del remojo reservado, hasta completar 10 tazas en total. Transfiera a una olla grande y pesada, y a fuego medio-alto deje que el agua hierva. Agregue las habichuelas y deje hasta que el agua vuelva a hervir. Tape y reduzca el fuego, dejando cocinar lentamente, hasta que las habichuelas estén completamente tiernas, aproximadamente 1 hora y 15 minutos. Escurra las habichuelas, reservando 6 tazas del líquido.
Licue las habichuelas con el líquido reservado, en tandas, hasta que quede suave y cremosa. Cuele el puré de habichuelas a través de un colador de malla fina, si se desea; descartando cualquier sólido en el colador. Transfiera el puré de habichuelas a la olla grande y pesada y deje a fuego medio-alto. Agregue la leche de coco, la leche evaporada, el azúcar, los clavos de olor y la canela en astillas. Deje que la mezcla de habichuelas hierva nuevamente.
Agregue a la crema de habichuelas, el camote y las uvas pasas; y deje que el líquido hierva nuevamente. Reduzca el fuego a medio-bajo y deje que cocine a fuego lento por unos 30 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que la papa esté tierna, las uvas pasas crezcan y la crema de habichuelas tenga la consistencia de una sopa espesa.
Traslade las habichuelas a un tazón grande para servir. Sirva caliente o frío. Cubra con las galletas de leche, si lo desea.