RDÉ DIGITAL, HAITÍ.- Mientras los grupos delictivos operan sin restricciones, Haití, que no ha realizado elecciones desde 2016, está tratando de avanzar en su proceso de transición política.
Henry anunció su intención de renunciar el 11 de marzo, dando paso a un consejo presidencial de transición conformado por representantes de diversos sectores, como partidos políticos, sociedad civil, sector privado y comunidades religiosas.
Sin embargo, más de tres semanas después, el país aún aguarda la designación de este consejo de nueve miembros, ya que ha habido desacuerdos internos y cuestionamientos legales por parte del gobierno saliente.
«El problema (…) es que hemos pasado dos años y medio con Ariel Henry, que no hizo nada, y ahora en dos semanas quieren que hagamos muchas cosas», se defendió el exministro Leslie Voltaire, representante del partido centroizquierda Fanmi Lavalas en el consejo, en una entrevista para la AFP.
«Había una cabeza (Henry) que no tenía voluntad política para combatir la inseguridad, la miseria del pueblo (…) y que ha dejado que la situación se pudriera», declaró sobre el deterioro de las condiciones de vida en Haití.
Voltaire también responsabilizó a la Comunidad del Caribe (Caricom), encargada de supervisar las negociaciones en Haití, de precipitarse al exigir los nombres de los nueve miembros del consejo -siete votantes y dos observadores- antes de que se alcanzara un acuerdo político entre ellos.
«Se empezó la casa por el tejado», criticó el exministro, que anunció sin embargo la publicación del decreto para la entrada en vigor del consejo el jueves, a más tardar.
Según Voltaire, las nuevas autoridades tendrán que elegir un primer ministro en una semana y, junto a él, formar un gobierno que se encargará de convocar elecciones en Haití.
La violencia de las pandillas obligó a más de 53,000 personas a huir de Puerto Príncipe entre el 8 y el 27 de marzo, exacerbando aún más la grave crisis humanitaria en el país. Los haitianos se enfrentan diariamente a la escasez de alimentos, medicamentos y otros productos básicos.
«La semana pasada, 10 farmacias de la capital fueron saqueadas, lo que vuelve aún más difícil el acceso a los medicamentos», alertó este miércoles la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH).
