RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- En el marco de la intensificación de la campaña electoral en la República Dominicana, el coordinador de comunicaciones de la campaña del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Roberto Rodríguez Marchena, ha hecho declaraciones contundentes respecto a las tácticas políticas en curso.
En su reciente intervención Rodríguez Marchena abordó la polémica sobre la presunta compra de dirigentes opositores por parte del gobierno y del PRM, atribuyendo este fenómeno a la «desesperación predominante» en el polo partidario adverso.
En sus palabras, Rodríguez Marchena señaló que esta desesperación se manifiesta debido a que «los números no les dan», haciendo referencia a una aparente falta de respaldo electoral que estaría impulsando a estas acciones. A pesar de las encuestas gubernamentales que reportan una alta aceptación por parte de los electores, el coordinador de comunicaciones del PLD sostiene que existe una percepción contraria entre la ciudadanía, marcando una discrepancia significativa entre las cifras oficiales y la realidad percibida.
Una pregunta clave que Rodríguez Marchena planteó es la siguiente: ¿por qué la necesidad de captar dirigentes opositores, incluyendo candidatos electos, si se goza de una alta aceptación entre los votantes? Esta interrogante apunta a la incógnita sobre la verdadera fortaleza electoral de los partidos y el grado de legitimidad que buscan consolidar a través de estas estrategias de reclutamiento.
Además, el dirigente del PLD no escatimó críticas hacia el gobierno actual, denunciando una «caída estrepitosa» marcada por promesas incumplidas y una gestión que, según él, ha dado la espalda a los sectores populares. En este contexto, acusó al gobierno de intentar compensar su declive con un elevado presupuesto publicitario y acciones destinadas a debilitar a la oposición mediante la compra de dirigentes.
En su análisis político, Rodríguez Marchena enfatizó que su partido cumple con su rol en la contienda electoral, al igual que las demás fuerzas opositoras. Sin embargo, hizo hincapié en que la responsabilidad última recae en la ciudadanía, instándola a tomar una decisión informada frente a los desafíos y desaciertos de un gobierno que, a su juicio, muestra tendencias autoritarias.
Asimismo, expresó su esperanza en que la Junta Central Electoral actúe como un administrador y árbitro imparcial en las próximas elecciones, evitando así las controversias y disputas que caracterizaron procesos electorales anteriores. Esta postura refleja la importancia que el PLD otorga a la transparencia y equidad en el proceso democrático, buscando asegurar la confianza y participación activa de la ciudadanía en el ámbito político-electoral dominicano.
