RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Fitch Ratings aseguró que la reelección de Luis Abinader desbloqueará reformas fiscales y económicas en el país que estaban pendientes de ejecución.
La Agencia calificadora, señala, también, que un segundo mandato de Abinader, (cuya calificación es BB-/Positivo), traería mejoras en las políticas que ha puesto en marcha.
Indicó que la desaceleración del 2023 llevó al Banco Central de la República Dominicana a aplicar un importante estimulo de política monetaria, lo que mantuvo la inflación estática que, en abril fue de 3.0 % interanual.
Explicó, sin embargo, que pudo haber añadido presión sobre las reservas internacionales (que develan una caída del 15 % interanual en ese mes).
Sostiene que, igualmente, con la reelección del presidente Abinader, se podría producir un retorno a niveles elevados de crecimiento, sin desequilibrios macroeconómicos, lo que, aseguró, será un factor importante para mejorar las calificaciones soberanas.
Fitch Ratings indicó que, durante el primer Gobierno, Luis Abinader se esforzó para fortalecer la capacidad institucional y modernizar la administración pública; y que también produjo mejoras en los indicadores de gobernabilidad, incluido el control de la corrupción, la eficacia del gobierno y el estado de derecho.
“Las reformas económicas tuvieron menos impulso, pero esto puede cambiar ahora”, destaca la calificadora.
Expuso que el Senado aprobó una Ley de Responsabilidad Fiscal en agosto de 2023 y que era conocido en la Cámara de Diputados antes de las elecciones.
La aprobación de la ley podría contribuir a mejorar el marco macroinstitucional, anclar el crecimiento del gasto por debajo del crecimiento promedio del PIB real (3 % versus 5 %) y poner la relación deuda pública/PIB en una senda descendente.
REFORMA FISCAL
La reforma fiscal lleva mucho tiempo debatiéndose y esperábamos que fuera una prioridad para la administración entrante independientemente del resultado de las elecciones.
Los elementos podrían incluir la eliminación de exenciones para ampliar la estrecha base tributaria y mejorar la administración y el cumplimiento tributario.
Es posible que mayores ingresos tributarios no conduzcan a una reducción del déficit, ya que los fondos adicionales se asignarían, al menos en parte, a un mayor gasto social o gasto de capital.
Esto sería consistente con las promesas de campaña de Abinader de aumentar el gasto en salud, seguridad e infraestructura. Pero ayudaría a mejorar la relación impuestos/PIB especialmente baja del país, del 14.2 % en 2023.
Esta es una debilidad importante de la calificación, que limita la flexibilidad fiscal y explica una relación interés/ingresos que, con un 20.1 % en 2023, era más que duplicar la mediana ‘BB’.
SECTOR ELÉCTRICO
Abordar las debilidades de larga data en el sector eléctrico también reduciría los riesgos fiscales, ya que pérdidas significativas por robo y falta de cobro a los usuarios finales han causado grandes desequilibrios financieros.
Estas siguen siendo una vulnerabilidad fiscal grande y creciente, a pesar de algunos avances en la mejora de la transparencia y la gobernanza en el sector durante el primer mandato de Abinader.
Abinader también podría intentar revitalizar las estancadas reformas microeconómicas (por ejemplo, en el mercado laboral y la infraestructura de transporte) introducidas originalmente en 2021.
La Perspectiva Positiva de la calificación soberana ‘BB-’ de República Dominicana refleja una tendencia de mejora en la gobernanza, un crecimiento sólido que respalda el aumento del ingreso per cápita y potencial para reformas fiscales.
Los avances en reformas que fortalezcan la flexibilidad fiscal, respalden mayores tasas de crecimiento en un contexto de estabilidad macro y externa, y una mayor mejora de los indicadores de gobernabilidad ayudarían a apuntalar la presión al alza en las calificaciones, dice Fitch.
FITCH RATINGS
También podría desbloquear reformas fiscales y económicas que tienen el potencial de abordar las limitaciones de la calificación soberana.
Los resultados preliminares indican que Abinader aseguró cómodamente un segundo mandato presidencial consecutivo de cuatro años en las elecciones del domingo, ganando el 57 % de los votos (frente al 53 % en 2020) y evitando una segunda vuelta. Esto es consistente con su fuerte liderazgo en las encuestas de opinión preelectorales y sus altos índices de aprobación personal.