RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– En la capital de la República Dominicana, la congestión vehicular se ha convertido en un desafío creciente y significativo cada día para los conductores y usuarios de medios de transporte. La provincia de Santo Domingo registra un gran número de vehículos, representando el 22.4 % del parque automotor nacional, con un índice de 172 vehículos por cada mil habitantes.
Este aumento del tráfico se atribuye al crecimiento poblacional, el incremento del número de vehículos en las carreteras y la falta de infraestructuras adecuadas.
La congestión del tráfico no solo impacta la eficiencia del transporte, sino que también aumenta los tiempos de viaje y contribuye a la contaminación del aire.
Además, los tapones ya no se limitan a las horas pico, sino que pueden surgir en cualquier momento, afectando la rutina diaria de los residentes y generando estrés.
A lo largo de más de una década, el Gran Santo Domingo ha enfrentado este desafío, que afecta a personas de todos los ámbitos y repercute negativamente en su salud mental y emocional.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, el problema persiste debido al crecimiento descontrolado del parque vehicular, la falta de infraestructura vial, la ineficiencia del transporte público y la falta de cultura vial.
La Empresa Pública Municipal de Transporte Terrestre y Tránsito – Santo Domingo (EPMT-SD), ha estado trabajando para abordar estos desafíos mediante la implementación de servicios digitales, visitas a las parroquias para entender los problemas y buscar soluciones, y organización de ferias de seguridad vial. Además, se están utilizando tecnologías como cámaras de seguridad para peatones y sistemas de ordenamiento vehicular.
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La educación y la concienciación son clave para mejorar la situación del tráfico. La EPMT-SD se ha centrado en educar a los conductores sobre las normas de tráfico y la seguridad vial. Aunque el problema del tráfico en Santo Domingo es complejo, con las medidas adecuadas y la cooperación ciudadana, es posible superarlo y mantener la ciudad como un lugar vibrante y dinámico.
En conclusión, el tráfico en Santo Domingo requiere una solución multifacética que involucre educación, tecnología e infraestructura para mejorar la calidad de vida de sus residentes y garantizar su desarrollo continuo.
