RDÉ DIGITAL, BRUSELAS.- La Comisión Europea anunció este miércoles su intención de aplicar un arancel de hasta el 38.1 % a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China. Esta medida responde a la preocupación de la Comisión sobre la subvención de las baterías de estos vehículos, lo que, según argumentan, perjudica a los fabricantes europeos.
La investigación, que comenzó en octubre pasado, arrojó resultados preliminares que indican que la presencia de vehículos eléctricos chinos en el mercado comunitario representa una amenaza para la industria europea. Específicamente, la Comisión Europea propone aranceles a la importación de vehículos eléctricos chinos.
En consecuencia, se propuso aplicar aranceles del 17.4 % a BYD, del 20 % a Geely y del 38.1 % a SAIC, las empresas investigadas por la Comisión. Asimismo, se contempla un impuesto medio del 21 % para los fabricantes chinos que colaboraron en la investigación pero no fueron incluidos en ella, y del 38 % para aquellos que no cooperaron.
Estos aranceles aún no han entrado en vigor y deberán ser aprobados por los Estados miembros de la UE. Francia lidera el grupo de países que apoyan la implementación de estos aranceles, mientras que Alemania se opone a la medida.
En respuesta, China instó a la Comisión Europea a rectificar sus “prácticas erróneas” y abordar las fricciones económicas y comerciales a través del diálogo y la consulta. El país asiático calificó la decisión de la Comisión como “infundada y proteccionista”, destacando que afecta a la competencia justa y al desarrollo verde en el sector de vehículos eléctricos.
Por otro lado, representantes de la industria europea expresaron la necesidad de una estrategia industrial sólida para la electromovilidad, que incluya acceso a materiales críticos, un marco normativo coherente y suficiente infraestructura de recarga. Si bien los aranceles podrían ofrecerse cierto tiempo, se enfatizó que no resolverán por completo los desafíos de competitividad que enfrenta la UE en este ámbito.