RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Las lilas acuáticas, también conocidas como jacintos acuáticos, son un problema persistente en los cauces de los ríos Ozama e Isabela durante años, siendo un indicador de la contaminación ambiental generada por sectores industriales y empresas que vierten sus desechos en estos afluentes.
Sin embargo, estas plantas, de nombre científico es Eichhornia crassipes, es más beneficiosa que dañina. Estas invasoras pueden ser utilizadas para la creación de combustibles y energía renovable, y aunque su producción es costosa vale la pena la inversión.
¿Cómo se forman estas plantas en el Ozama?
Según expertos, las lilas acuáticas proliferan en el río Ozama debido a la descarga de aguas residuales y desechos industriales. Estos contaminantes proveen un ambiente propicio para el crecimiento descontrolado de estas plantas, que se propagan rápidamente absorbiendo nutrientes y minerales presentes en el agua.
¿Y cómo se usan las lilas para producir combustibles?
Una alternativa innovadora propuesta por investigadores es aprovechar las lilas acuáticas para la producción de biogás y otros biocombustibles. Este proceso implica la recolección de las plantas de flor morada en estanques donde crecen naturalmente, absorbiendo metales pesados y otros contaminantes del agua circundante. Posteriormente, estas plantas se someten a un proceso anaeróbico, donde microorganismos descomponen la materia biodegradable para generar dióxido de carbono y metano, que pueden ser utilizados como combustibles.
¿Qué tipo de energía y combustibles se obtienen de las lilas del río Ozama?
Las lilas del río Ozama no solo son capaces de producir biogás, sino también biodiesel, biometano y bioetanol. Por otro lado, generan energía renovable y carbón vegetal, además son útiles para la alimentación de ganado.
Además, crea energía limpia al ser utilizadas mediante biodigestores, lo que puede generar la producción de gas metano en grandes cantidades.
Por último, ¿qué beneficios ambientales tiene usar lilas del río Ozama para energía?
El aprovechamiento de las lilas acuáticas para la producción de energía tienen distintos beneficios ambientales. Además de ser una fuente renovable de combustibles, su recolección contribuye a la limpieza de aguas contaminadas, ayudando a restaurar la calidad ambiental de los ríos afectados.
En conclusión, las lilas acuáticas puede que genere malos olores pero ayudaría a mejorar significativamente la producción de los tan dañinos combustibles y, posiblemente, reducir los costos de este para ayudar a la población y, como dicen, matar dos pájaros de un tiro.
