RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Las distinciones para el exbeisbolista dominicano Adrián Beltré continúan acumulándose. Casi un mes después de ser inducido al Salón de la Fama del Béisbol, los Rangers de Texas anunciaron que en 2025 se develizará una estatua en honor a Beltré en el estadio Globe Life Field, en Arlington, Texas.
El anuncio se realizó el pasado sábado, durante un reconocimiento a Beltré en la ciudad donde jugó las últimas ocho de sus 21 temporadas en las Grandes Ligas.
Beltré se convertirá en el tercer jugador en recibir una estatua en el Globe Life Field, uniéndose a leyendas como Nolan Ryan e Iván Rodríguez, quienes también ingresaron al Salón de la Fama con la gorra de los Rangers.
Además, Beltré se sumará a Juan Marichal como los únicos dominicanos a quienes un equipo de las Grandes Ligas ha honrado con una estatua exclusiva. La estatua de Marichal fue develizada el 21 de marzo de 2005 en el AT&T Park de los Gigantes de San Francisco.
Según la US and Canadian Baseball Statue Database, otros tres dominicanos aparecen en estatuas en parques de las Grandes Ligas. En 2004, los Rojos de Cincinnati incluyeron a Cesarín Gerónimo junto a otros miembros de la Gran Maquinaria Roja en una estatua que celebra la Serie de Campeonato de 1972.
En 2008, los Medias Blancas de Chicago presentaron una placa que incluye a José Uribe como parte de la celebración de la Serie Mundial de 2005.
Además, en 2018, los Rangers de Texas develizaron una estatua del lanzador Neftalí Féliz y el receptor Bengie Molina, conmemorando el primer avance del equipo a una Serie Mundial en 2010.
A pesar de haber jugado solo ocho de sus 21 temporadas en la MLB con los Rangers, fue en Texas donde Beltré consolidó su estatus como miembro del Salón de la Fama en su primera elección.
Durante su tiempo con los Rangers, recibió votos para Jugador Más Valioso en seis temporadas consecutivas, fue seleccionado tres veces al Juego de las Estrellas, y ganó cuatro Guantes de Oro y dos Bates de Plata.
Adrián Beltré, de 45 años, se retiró con un legado como uno de los mejores antesalistas defensivos de todos los tiempos, además de ser un bateador destacado.
Su carisma y talento lo convirtieron en un jugador querido tanto en el vestuario como en las gradas, dejando una huella imborrable en el béisbol y en los corazones de los fanáticos.
