RD DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha calificado como “profundamente alarmante” la reciente decisión del gobierno de Nicaragua de cerrar 1,500 organizaciones no gubernamentales (ONG), marcando la mayor disolución de entidades sociales desde las protestas de 2018.
Liz Throssell, portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, afirmó que esta medida es “profundamente alarmante”, especialmente en un país donde el espacio cívico ha sido severamente restringido en los últimos años y las libertades religiosas enfrentan restricciones indebidas. Throssell añadió que “el grave impacto de estas medidas sobre los derechos a la libertad de asociación y expresión, así como sobre la libertad religiosa, hace cada vez más difícil la defensa de los derechos humanos en Nicaragua”.
El Ministerio del Interior de Nicaragua justificó el cierre al alegar que las 1,500 organizaciones clausuradas incumplieron sus obligaciones, ya que “no reportaron por periodos de entre 1 hasta 35 años sus estados financieros”. La lista de entidades cerradas incluye numerosas asociaciones católicas y evangélicas, así como sociedades benéficas, deportivas, de pequeños comerciantes, rurales y de jubilados. También se han clausurado organizaciones indígenas y de excombatientes de la lucha entre el gobierno sandinista y los ‘contras’ en los años 80.
Desde las protestas de 2018, que resultaron en más de 300 muertes, según informes de la ONU, el gobierno de Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, ha endurecido las leyes contra las ONGs, aumentando las restricciones sobre las actividades de estas entidades en el país.
