RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El fondo de asistencia social conocido como “barrilito” registra un incremento significativo en el período congresual 2024-2028. La inclusión de senadores del Distrito Nacional y Santiago, que habían renunciado a este beneficio en el cuatrienio pasado, contribuye al aumento.
Durante el período legislativo 2020-2024, el barrilito implicaba un gasto anual de RD$252,852,000. Sin embargo, para el actual cuatrienio, este monto se elevará a RD$278,268,000 al año, lo que representa un aumento mensual de RD$2,118,000. Según la ejecución presupuestaria del Senado, actualizada hasta noviembre, las provincias del Distrito Nacional y Santiago, cuyos representantes, Omar Fernández y Daniel Rivera, aceptaron el fondo, perciben cada uno RD$1,059,000 mensuales.
Cambios en las representaciones
En el período legislativo anterior, los senadores Faride Raful (Distrito Nacional), Eduardo Estrella (Santiago) y Antonio Taveras (Santo Domingo) renunciaron al barrilito por considerarlo incompatible con las funciones de un legislador. De ellos, solo Taveras repitió en el cargo y continúa sin recibir el fondo. En cambio, Fernández y Rivera, los nuevos representantes de sus provincias, decidieron retomar el beneficio, justificando su uso en ayudas sociales.
Rivera, senador por el PRM, argumenta que Santiago, con una población que supera el millón de habitantes, requiere recursos para cubrir necesidades en educación, vivienda y deportes. Por su parte, Fernández, representante del Distrito Nacional por Fuerza del Pueblo, considera el fondo como una “distorsión”, aunque transparenta el uso de los recursos en plataformas digitales.
Repartición del fondo
El barrilito, que distribuye fondos entre 31 senadores, asigna mayores montos a las provincias con más votantes. Por ejemplo, La Vega recibe RD$994,000 mensuales, Puerto Plata RD$869,000 y San Pedro de Macorís RD$859,000. San Cristóbal, Santo Domingo y el Distrito Nacional lideran las provincias con mayores asignaciones debido a su densidad poblacional.
Origen y controversia
Creado en 2006, el barrilito nació como un mecanismo para que los senadores respondieran a necesidades provinciales, desde el pago de recetas médicas hasta gastos educativos. Sin embargo, ha sido criticado por la falta de fiscalización y por no alinearse con las responsabilidades legislativas. A pesar de las críticas y promesas de eliminarlo, el fondo se mantiene vigente tras 18 años.
El aumento en el presupuesto del barrilito reaviva el debate sobre su pertinencia y la necesidad de regular su uso, mientras su impacto en las comunidades sigue siendo un tema de análisis.