RDÉ DIGITAL, BANGKOK.- El ex primer ministro malasio Mahathir Mohamad cumple este jueves 100 años, y lo hace aún plenamente activo en la vida pública, analizando las crisis globales desde su pódcast mensual y publicando frecuentes comentarios críticos en redes sociales, especialmente en X (antes Twitter).
Conocido afectuosamente como Doctor M, Mahathir continúa abordando temas internacionales con su estilo directo. El pasado 17 de junio, escribió en X:
“¡Viva! Ahora sabemos quién lucha contra quién en Oriente Medio. Sabemos quién ataca a Irán y quién defiende a Israel. ¿Necesitamos decir más?”
Sus mensajes han tenido como blanco principal al expresidente estadounidense Donald Trump y al Gobierno de Israel, a quienes ha criticado en múltiples ocasiones.
“Israel habla de su derecho a defenderse para lograr su seguridad. Esto se logra matando a más de 80,000 gazatíes indefensos. Parece que los gazatíes deben aceptar su inseguridad para garantizar la seguridad de Israel”, publicó irónicamente a finales de mayo.
Aunque ha enfrentado problemas de salud propios de su edad como una infección respiratoria el año pasado, Mahathir se mantiene con energía. En mayo, viajó a Japón para participar en distintos actos.
Un político con legado y controversia
Mahathir gobernó Malasia entre 1981 y 2003, un período en el que transformó el país de una economía agrícola a una semiindustrializada. Regresó al poder en 2018 a los 92 años, tras vencer en las elecciones a su antiguo aliado Najib Razak, implicado en un escándalo de corrupción.
Con 24 años en total al frente del país, es el primer ministro con más tiempo en el cargo y en 2018 se convirtió en el jefe de Gobierno más longevo del mundo, hasta su dimisión en 2020 a los 94 años, debido a disputas en la coalición que lideraba.
Nacido el 10 de julio de 1925 en Alor Setar, en el norte de Malasia, Mahathir creció en la pobreza. Gracias a una beca, se convirtió en médico en 1954, aunque ha confesado que prefería haber estudiado Derecho.
Durante sus años en el poder, sus duras críticas contra líderes occidentales fueron recurrentes. Tildó al presidente George W. Bush y al primer ministro Tony Blair de “asesinos de niños” por la guerra en Irak.