RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El presidente, Luis Abinader, afirmó este lunes que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, expresó preocupación por la situación que enfrenta Haití y reiteró el interés de Estados Unidos en apoyar los esfuerzos de pacificación en ese país, sumido en una profunda crisis de seguridad y gobernabilidad.
Durante su habitual rueda de prensa semanal, el mandatario dominicano sostuvo que mantiene una relación fluida y “excelente” con Rubio, con quien compartió recientemente en un acto en Washington, donde ambos fueron reconocidos por una organización privada. Según Abinader, en ese encuentro, Rubio le manifestó el compromiso de su país en contribuir a una solución duradera a la crisis haitiana.
“El secretario Rubio nos ha manifestado el interés de su país en contribuir a la pacificación de Haití. En ocasiones los gobiernos se ven detenidos por la burocracia, pero recientemente conversamos y lo noté preocupado”, señaló el jefe de Estado dominicano.
Abinader insistió en que la comunidad internacional ha fallado en su respuesta a la crisis haitiana y que la inacción ha permitido el fortalecimiento de las bandas armadas, que actualmente controlan el 85 % del área metropolitana de Puerto Príncipe y han extendido su influencia a otras regiones del país.
A su regreso de Estados Unidos, el presidente volvió a subrayar la necesidad de una intervención más decidida por parte de la comunidad internacional. La postura fue compartida la semana pasada en una reunión con los expresidentes dominicanos Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina, quienes coincidieron en que la situación haitiana representa una amenaza regional.
En un comunicado, Rubio también coincidió en la importancia de una respuesta conjunta entre países aliados y resaltó el papel de República Dominicana como interlocutor clave en el Caribe.
Mientras tanto, en Haití continúan registrándose altos niveles de violencia. De acuerdo con datos de la ONU, solo en 2024 al menos 5.626 personas han muerto, más de 2.200 han resultado heridas y cerca de 1.500 han sido secuestradas. La inseguridad ha obligado a más de un millón de personas a abandonar sus hogares.
Frente a esto, el Gobierno ha intensificado sus medidas de control migratorio. Desde octubre mantiene operativos de deportación de haitianos en condición irregular, ha desplegado miles de tropas en la frontera y avanza en la construcción de una verja perimetral de casi 400 kilómetros.
Además, ha implementado restricciones adicionales, como la deportación de personas indocumentadas tras recibir atención médica en hospitales públicos.