RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El presidente Luis Abinader respondió este lunes al pronunciamiento de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), que instó al Gobierno a detener las deportaciones de migrantes haitianos desde centros de salud y a combatir los discursos de corte xenófobo.
Durante LA Semanal con la Prensa, el mandatario reconoció la importancia de las observaciones de la Iglesia católica, pero sostuvo que la crisis que atraviesa Haití exige del Gobierno dominicano una respuesta firme y, en sus palabras, “acciones extraordinarias”.
“La situación actual en Haití es muy especial, y por eso hemos tenido que tomar y seguiremos tomando medidas excepcionales para contener las situaciones migratorias”, declaró Abinader.
La reacción presidencial se produce luego de que los obispos católicos manifestaran preocupación por el trato a los migrantes, especialmente en hospitales públicos, al concluir su 63ª Asamblea Plenaria.
En su comunicado, los prelados expresaron alarma ante lo que consideran un ambiente creciente de discriminación.
Aunque el presidente no detalló las 15 medidas a las que hizo referencia, reiteró que su prioridad es preservar la seguridad y el orden interno del país.
Además, destacó la apertura del Gobierno al diálogo con los sectores religiosos y aseguró que solicitará una reunión con la Iglesia para explicar el contexto y las decisiones adoptadas.
“Siempre hemos mantenido una buena comunicación con los líderes religiosos”, dijo, expresando confianza en que comprenderán las acciones implementadas por el Ejecutivo.
El intercambio entre el Gobierno y la Iglesia se da en un contexto de alta sensibilidad en torno a la política migratoria y a la situación sociopolítica en Haití, que continúa generando impactos directos en República Dominicana.