RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Tras las recientes deportaciones masivas de haitianos, los agroempresarios dominicanos están enfocándose en regularizar a sus trabajadores extranjeros y promover la integración de más dominicanos al sector agropecuario. Osmar Benítez, director ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), destacó que los empleadores del sector comprenden la importancia de cumplir con las leyes migratorias del país, señalando que “la ley es dura, pero es la ley”.
El reto mayor radica en que sectores que dependen hasta en un 90 % de la mano de obra haitiana se han visto afectados por la falta de documentación legal para sus trabajadores debido a la crisis en Haití. La falta de pasaportes y otros documentos ha ralentizado la regularización, afectando tanto a empleadores como a sus empleados.
El ministro de Agricultura, Limber Cruz, subrayó la necesidad de buscar soluciones transitorias, como la emisión de carnés provisionales para los trabajadores en espera de sus documentos. Aunque no es una medida permanente, el enfoque busca avanzar en la legalización de todos los trabajadores extranjeros en el país.
Esfuerzos para nacionalizar la mano de obra
Durante el evento “Retos y oportunidades del comercio agrícola ante la apertura comercial”, Benítez reveló que el sector está trabajando en integrar a más dominicanos a las labores agrícolas, reconociendo que la falta de interés, especialmente entre los jóvenes, es un obstáculo. Benítez ha implementado incentivos como la financiación de motocicletas y el uso de tecnología en sus fincas para atraer mano de obra local.
Junto a otros sectores como la construcción y el turismo, se ha conformado una mesa de trabajo que propone soluciones al Gobierno para reducir la dependencia de la mano de obra extranjera y fomentar la nacionalización del trabajo agrícola. Estas iniciativas son esenciales para la sostenibilidad del sector, uno de los pilares de la economía dominicana.
