RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, advirtió este lunes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que si no se actúa con prontitud y contundencia para resolver la crisis en Haití, se corre el riesgo de que esta se convierta en un conflicto internacional de grandes dimensiones.
En su intervención durante la sesión sobre la crisis haitiana y el aumento de la violencia de las pandillas, Álvarez subrayó que la estrategia más efectiva es abordar la crisis de manera preventiva, antes de que se intensifique y esté fuera de control. “Si se continúa en este estado de letargo y no se interviene con la contundencia necesaria, corremos el grave riesgo de ver una transformación de esta crisis en un conflicto internacional”, afirmó el funcionario.
Ocupación del Consulado Dominicano
Álvarez también informó que, hace 11 días, dos bandas criminales haitianas ocuparon el consulado dominicano en Mirebalais, un hecho que evidenció la creciente inseguridad en el país vecino. “Afortunadamente, el personal que custodiaba el edificio había sido retirado previamente”, agregó.
El canciller destacó que las bandas han amenazado con dirigirse hacia la frontera dominicana, lo que ha obligado al gobierno dominicano a declarar una alerta extrema y tomar medidas drásticas, como el envío de 1,500 soldados adicionales a la frontera.
Control de armas y lucha contra el crimen organizado
En su discurso, Álvarez enfatizó la necesidad de un control más efectivo del tráfico de armas y municiones para frenar las organizaciones criminales haitianas, que, según indicó, parecen estar mejor armadas que las fuerzas de seguridad de Haití. El gobierno dominicano ha reforzado los controles en los puertos, destacando el decomiso reciente de un cargamento de armas y municiones procedente de Estados Unidos con destino a Haití.
Apoyo a Fuerza Híbrida
Álvarez reiteró el respaldo de la República Dominicana a la propuesta del secretario general de la ONU de establecer una misión de seguridad híbrida en Haití, que combine el apoyo internacional con la presencia de una oficina de mantenimiento de paz financiada por las contribuciones permanentes de la ONU.
La delegación de Haití, por su parte, manifestó su disposición a apoyar cualquier iniciativa que ayude a eliminar el problema de las pandillas, subrayando la necesidad urgente de evitar que estos grupos sigan causando estragos en la población.
La situación sigue siendo una preocupación creciente para la República Dominicana, que ve en el desbordamiento de la crisis haitiana una amenaza directa a su seguridad nacional.