RDÉ DIGITAL, GINEBRA.- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que unos 20,000 haitianos fueron deportados desde República Dominicana en abril, marcando la cifra mensual más alta en lo que va del año. Este incremento en las deportaciones coincide con un aumento de la violencia de las bandas en Haití, lo que incrementa la vulnerabilidad de los retornados.
La OIM ha intensificado sus actividades de asistencia en las localidades haitianas de Belladère y Ouanaminthe, cercanas a los pasos fronterizos, para atender a los deportados, muchos de los cuales se encuentran en situaciones de gran precariedad, incluyendo mujeres, niños y recién nacidos. En colaboración con la Oficina Nacional de Migración de Haití, la OIM ha atendido un promedio de 15 mujeres embarazadas al día en estas zonas.
Violencia y desplazamientos agravan la crisis, según la OIM.
La emergencia humanitaria se ve agravada por el aumento de la violencia de bandas en otras zonas del país, que ha provocado el desplazamiento de unas 51,000 personas. De ellas, unas 12,500 se refugian en alojamientos improvisados sin servicios básicos adecuados. La expansión territorial de estas bandas ha dejado prácticamente aislada a Belladère, dificultando la labor de organismos humanitarios y la llegada de suministros médicos.
Desde 2016, la República Dominicana ha deportado a más de 1.1 millones de haitianos indocumentados, de los cuales 114,884 corresponden solo a este año. El director general de Migración, vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, ha reiterado que el país mantendrá su política migratoria firme, señalando que los haitianos en situación irregular representan una sobrecarga para los servicios públicos nacionales.
La OIM urge acción internacional ante un “punto de no retorno”.
La OIM y otras organizaciones internacionales han advertido que Haití se encuentra en un “punto de no retorno”, con más de un millón de personas desplazadas por la violencia y al menos 5,600 muertes registradas en 2024. Las bandas armadas han extendido su control más allá de la capital, sumiendo al país en una crisis sin precedentes.
Ante este escenario, organismos humanitarios hacen un llamado urgente a la comunidad internacional para que aumente la ayuda a Haití y se garantice la protección de los derechos humanos de los migrantes. La situación demanda no solo asistencia inmediata, sino soluciones sostenibles que enfrenten el origen estructural de la crisis.