RDÉ DIGITAL, CALIFORNIA.– La Legislatura del estado de California aprobó este viernes un ambicioso plan de expansión de su programa de incentivos fiscales para la industria del cine y la televisión, elevando el presupuesto anual de 330 millones a 750 millones de dólares, en un intento estratégico por frenar el éxodo de producciones y revitalizar a Hollywood.
La medida, respaldada ampliamente por sectores laborales y creativos del entretenimiento, espera ahora la firma del gobernador Gavin Newsom, quien ya ha manifestado su apoyo al proyecto. Con esta expansión, el estado busca recuperar su liderazgo histórico en la industria audiovisual tras años de pérdida de producciones hacia otros destinos con ventajas fiscales más competitivas.
“Esta ampliación es un recordatorio del valor de nuestra industria para la economía californiana y del poder de nuestra coalición sindical”, expresó Rebecca Rhine, presidenta de la Coalición de Sindicatos del Entretenimiento y directora ejecutiva del Sindicato de Directores, en un comunicado difundido por AFP.
La coalición agradeció al gobernador Newsom e instó a los grandes estudios a “reconectarse con las comunidades y trabajadores” que forjaron la industria desde sus cimientos.
Una década complicada para la “fábrica de sueños”
Hollywood ha atravesado una etapa difícil en los últimos diez años. La pandemia de covid-19 paralizó completamente las producciones, y aunque el auge del streaming trajo una breve recuperación, el fin de esa “guerra” —sumado a las huelgas de guionistas y actores en 2023— volvió a detener la maquinaria creativa. A esto se sumaron los incendios forestales que afectaron a comunidades cercanas a Los Ángeles en 2024.
Hoy en día, menos de una de cada cinco producciones transmitidas en Estados Unidos se filma en California, según datos de FilmLA, organización que monitorea la actividad de la industria.
Competencia feroz desde otros estados y países
Muchos títulos populares, como la serie “Andor” de Disney o “Severance” de Apple TV+, se graban fuera del estado, atraídos por costos más bajos y políticas fiscales más agresivas. Estados como Georgia y Nuevo México, junto a países como Canadá, Australia y naciones de Europa central, se han convertido en polos de producción con inversiones significativas por parte de gigantes como Netflix.
El creciente desplazamiento de la producción incluso escaló a nivel federal, cuando el expresidente Donald Trump propuso en mayo imponer aranceles a contenidos filmados fuera de EE. UU., como una forma de proteger el empleo en territorio nacional.
Apuesta por un renacimiento
Con este paquete de US$750 millones, California busca detener la fuga de talentos y producciones, fomentar el regreso de los grandes estudios y reimpulsar el empleo en una de las industrias más emblemáticas del estado.
La medida, una de las más robustas del país en este ámbito, marca un punto de inflexión para la industria audiovisual de la costa oeste, al ofrecer condiciones más competitivas que sus rivales nacionales e internacionales.