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mayo 18, 2024
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Entretenimiento

Casi 2 millones de personas vieron deslumbrar a Madonna en concierto en Río de Janeiro

RDÉ DIGITAL, RÍO DE JANEIRO. – La grandiosa actuación gratuita de Madonna en Río de Janeiro marcó el final de la gira The Celebration Tour, que conmemoró los 40 años de carrera de la Reina del Pop. Cerca de 2 millones de personas se congregaron alrededor del monumental escenario, lo que se tradujo en una masiva fiesta en todas las calles adyacentes.

Ataviada con un elegante atuendo negro, la emblemática cantante inauguró su espectáculo con «Nothing Really Matters», una canción que celebra la fortaleza del espíritu humano y que hizo resonar en la multitud reunida en la legendaria playa de Copacabana, tanto en tierra como en mar.

Alrededor de las 22:30, hora local, la célebre artista de 65 años desfiló por una extensa pasarela suspendida que partía del famoso hotel Copacabana Palace, su lugar de alojamiento, hasta llegar a un impresionante escenario de 800 metros cuadrados, una estructura que duplicaba en tamaño a los escenarios utilizados en presentaciones anteriores de su gira.

Fiel a su estilo, la deslumbrante diva inició su espectáculo con una hora de retraso. Su particular hábito ha recibido la denuncia de varios de sus seguidores por «prácticas comerciales engañosas». Pero la audiencia en Copacabana estaba eufórica, y gritó desenfrenadamente cuando la drag queen Monét X Change apareció pavoneándose con una réplica del traje que usó Madonna en la emblemática canción Vogue para abrir la presentación.

Después de un espléndido inicio, Madonna tomó un momento para saludar a su audiencia en Brasil y pidió disculpas por no hablar portugués, pero afirmó con emoción que este espectáculo era «un sueño hecho realidad».

Luego, tomó una guitarra y continuó con «Burning Up», un tema de rock que escribió en 1983 «en un escenario en el Lower East Side de Nueva York.

«Era muy pequeño, sucio y tenía una botella de Coca Cola. Ahí es donde todo comenzó», dijo refiriéndose a su cruda composición.

Continuó con «Open Your Heart», donde se divirtió con sus bailarines, que subieron al escenario con trajes de lencería negra y recibieron algunos besos, caricias y manotazos por parte de la artista.

«Celebrate» y «Live to tell» fueron los siguientes temas. En este último, las pantallas proyectaron fotos de Freddie Mercury, Renato Russo, Cazuza y otros artistas víctimas del VIH, quienes recibieron un homenaje entre la conmoción y las lágrimas del público.

La canción de Sam Smith, «Unholy», sirvió como entrada para «Erótica», el tema central del álbum homónimo que aborda el sexo, el amor y la fantasía. Vestida con un lencero rojo, la sensualidad y los gemidos se dejaron escuchar a través de los parlantes, mientras sus bailarines, cubiertos únicamente con mallas transparentes, se frotaban semidesnudos entre sí.

El sonido de una llamada entrante irrumpió en la lujuria. «¿Quién llama ahora?», dijo la estrella, a quien le colocaron una venda oscura en los ojos para dar paso a «Hung Up», una colaboración realizada con Tokischa en 2022, cuyo video se proyectó momentáneamente en las pantallas. La energía descendió para interpretar una emocionante versión en piano de «Bad Girl», tocada en vivo por la hija adoptiva de Madonna, Mercy James, de 18 años.

Otra de sus seis hijas, Estere, se posicionó en el tocadiscos para animar la fiesta con «Vogue». Anitta subió al escenario para formar parte del jurado de la pasarela, mientras los bailarines realizaban una exhibición de voguing. La intérprete de «Envolver» disfrutaba de los «toques íntimos» que le realizaban con una gran sonrisa.

Pabllo Vittar, la cantautora drag queen, también se sentó como jurado vistiendo una camiseta de Brasil, y se mostró feliz y en confianza al lado de Madonna. Incluso la cargó, permitiendo que la artista la rodeara con sus piernas.

«Quiero expresar cuánta gratitud tengo por el amor que me han dado tantos años. Quiero llorar. Ustedes siempre han estado para mí, esa bandera amarilla y verde», dijo Madonna sobre sus décadas de trayectoria.

«Quería venir aquí hace mucho tiempo. Gracias por estar aquí. Esto no se suponía que pasaría. ¡40 años!», agregó para continuar con «Die Another Day», «Don’t Tell Me», «Express Yourself», «La isla bonita» y una versión en carnaval de «Music», que emocionó a los asistentes.

Para cerrar, y gracias a un espectáculo de sombras, la realeza del pop se unió en escena cuando la silueta característica de Michael Jackson se mostró detrás de una pantalla blanca. Al sonido de «Billie Jean» (mezclado con un instrumental de «Like a Virgin»), ambos artistas bailaron juntos replicando los movimientos legendarios de la canción.

El impresionante escenario que sirvió para finalizar The Celebration Tour necesitó 270 toneladas de equipo para su construcción, incluyendo una imponente estructura de 800 metros cuadrados y 2.5 metros de altura, que permitió que los asistentes disfrutaran del espectáculo desde todos los ángulos.

Para el anunciado «concierto de la década», también se prepararon 150 mil baños portátiles a lo largo de la costa, además de 50 hospitales ambulantes, comisarías móviles y un centenar de tachos y personal de limpieza. Las empresas de telefonía no se quedaron atrás e instalaron antenas y replicadores que mantuvieron las redes de internet estables.

Aunque varios asistentes reportaron su descontento por el bajo sonido del concierto, los errores técnicos resultaron menores frente a la gran recepción positiva que se hizo notar a través de redes sociales, donde el show se viralizó gracias a los momentos en los que Madonna expresó su abierto apoyo a la comunidad LGBT+, los derechos de las mujeres, la libertad sexual, y criticó abiertamente al racismo y la estigmatización social.

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