Por Jeimy Moquete
RDÉ DIGITAL, WASHINTONG.- A menos de cien días del inicio del nuevo mandato de Donald Trump, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha alertado sobre un deterioro sin precedentes en las libertades civiles en Estados Unidos, comparando la situación actual con periodos históricos de represión ideológica como el macartismo.
“Estamos viendo cosas que nunca antes habíamos visto en Estados Unidos”, advirtió Mike Zamore, director de políticas y asuntos gubernamentales de la ACLU, en una entrevista con la agencia EFE. Según el experto, la actual administración actúa como un “régimen” que emplea tácticas para debilitar la democracia, saboteando los equilibrios de poder y el imperio de la ley.
Zamore se refirió particularmente al conflicto entre el Gobierno federal y universidades como Harvard, que ha rechazado públicamente una carta enviada el pasado 11 de abril en la que se exigen cambios en sus programas académicos. El Gobierno acusa a la institución de promover ideas “hostiles a los valores estadounidenses”, de fomentar el antisemitismo y de tolerar sesgos ideológicos no especificados.
“La mera idea de que el Gobierno puede escoger las ideas que merecen ser expresadas es sumamente peligrosa”, afirmó Zamore, aludiendo a las amenazas contra el libre pensamiento en el ámbito universitario. A su juicio, estas acciones constituyen un ataque directo a la libertad académica y al derecho constitucional a la libre expresión.
El representante de la ACLU considera que la estrategia del Gobierno busca crear un ambiente de miedo al “golpear una por una” a las instituciones que se resisten a su narrativa, dificultando así una respuesta unificada del sector académico. Mientras Harvard ha rechazado las demandas gubernamentales, otras como la Universidad de Columbia las han aceptado, lo que revela divisiones internas y temores a represalias.
“Este tipo de vigilancia del pensamiento no solo afecta al mundo académico, sino que alcanza a sectores más amplios de la sociedad”, advirtió Zamore. También denunció la reticencia de grandes firmas de abogados a representar a universidades en conflicto con el Gobierno, lo cual, según él, refleja el efecto disuasorio de la actual ofensiva política.
La ACLU sostiene que esta tendencia representa un retroceso grave en la protección de derechos fundamentales y continuará vigilando las acciones del Gobierno frente a la Constitución y las instituciones democráticas del país.